Hablaremos de un perro que es:
-agresivo por dominancia sobre personas cuando el motivo de la agresividad es que el perro se considera dominante y ve a la persona como subordinada . Es el tipo de agresividad más frecuente y generalmente se manifiesta en situaciones concretas como: al tocar o tomarle la comida o un objeto suyo, al molestarlo o tocarlo o castigarlo, al mirarlo directamente a los ojos (contacto visual), etc…
Las causas de aparición pueden ser:
-el perro busca la dominancia dentro de una jerarquía
-durante la etapa de socialización, y debido a situaciones de competencia entre perro y hombre, es cuando se establece dicha jerarquía.
-existen factores genéticos y hormonales.
Deberemos diferenciarla de otros tipos de agresividad:
* agresividad por causa orgánica: será la debida a dolor, epilepsia psicomotora, hidrocefalia, hipotiroidismo.
* agresividad defensiva o por miedo- adoptará una postura típica: cola entre las piernas, orejas hacia atrás.
* agresividad maternal- si la perra tiene cachorros o una falsa gestación. –
* agresividad redirigida- un ejemplo sería cuando el propietario intenta separarlo de una pelea con otro perro.
* agresividad territorial: solamente será dirigida a desconocidos que amenacen su territorio.
Las dos formas más frecuentes de agresividad entre perros son:
-la agresividad intrasexual entre dos machos (en el 50% de las veces la castración será la solución)
-la agresividad por dominancia (entre dos perros que viven juntos). Generalmente empieza cuando el perro más joven llega a la edad adulta o cuando el animal dominante llega a viejo.
A menudo, el propietario estará delante en el momento de la pelea ya que los dos perros competirán por la proximidad del mismo. Hay que resaltar que las relaciones de dominancia son la forma normal de organización social. El propietario siempre tiene que favorecer al perro más dominante y apartar al otro.
A veces, puede funcionar la castración (o administración de progestágenos) al perro menos dominante.
La ansiedad por separación es un conjunto de comportamientos que pueden aparecer cuando algunos perros (independientemente del sexo, edad o raza) se separan del propietario. La causa es el miedo o la ansiedad.
Se puede manifestar de varias formas:
* vocalización excesiva (“no para de ladrar”).
* micción y/o defecación inadecuados
* conducta destructiva -diarrea, vómitos, dermatitis acral por lamido.
Para saber si estamos frente a un caso de ansiedad por separación, veremos si se cumple alguno de los tres criterios siguientes :
-la conducta solamente se manifiesta cuando el perro no puede acceder al propietario.
-la conducta aparece casi siempre cuando el perro no puede acceder al propietario.
-la conducta aparece poco tiempo después de que el perro se quede solo. Decir que la castración es totalmente ineficaz para resolver este problema.
Lo más eficaz es combinar un tratamiento farmacológico ( ansiolíticos) con una habituación a ausencias cada vez más largas del propietario.
La falta de aprendizaje es la causa más frecuente de eliminación inadecuada en el perro.Otras causas pueden ser:
-en animales viejos, por pérdida de aprendizaje, incontinencia urinaria o fecal, por problemas neurológicos,etc.
-por enfermedades del sistema nervioso central (generalmente habrán síntomas asociados).
-por ansiedad por separación (que es una alteración del comportamiento en la que se observaria eliminación inadecuada únicamente cuando el animal se queda solo en casa).
-puede ser una respuesta a la sumisión (se orina cuando el propietario u otra persona llega a la casa y lo saluda o toca) o por excitación.
Alrededor de las 3 semanas de edad, la mayoría de cachorros han empezado a eliminar lejos de su zona de descanso por iniciativa propia. A las 5 semanas de edad, él mismo escojerá una zona destinada a la eliminación i a las 9 semanas, dicha zona de eliminación será más concreta, más pequeña. La estrategia del adiestramiento doméstico tiene que aprovechar esta tendencia innata del perro a no eliminar en las zonas de descanso.
La mayoría de los perros son animales de compañía, por lo que es muy importante que sean adiestrados rápidamente. El adiestramiento de recompensa es mucho más eficaz que el castigo. Al principio, los cachorros jóvenes se deben sacar al aire libre para eliminar con tanta frecuencia como resulte práctico (lo ideal sería cada hora mientras el cachorro está despierto).
En poco tiempo el dueño aprenderà a predecir el tiempo en el que el cachorro necesita ser sacado y debe sacarlo después de comer, de beber, de jugar y de dormir.
El uso de la misma zona permite que los olores se acumulen y debe aumentar la probabilidad de que el cachorro vuelva a eliminar de nuevo allí. Tan pronto como el cachorro elimine en el lugar apropiado, se le debe premiar abundantemente o se le debe dar una pequeña recompensa de alimento.
Si el cachorro quiere jugar o entrar en casa, estas circunstancias deben usarse para premiar al perro tan pronto haya concluido la eliminación. No esperar a que el cachorro esté de nuevo en casa para darle un premio de comida, ya que esto le enseña que se le adelantan las recompensas por llegar a casa (y no por la eliminación).
Apareando una señal o una orden con cada eliminación, muchos perros aprenden el concepto de la eliminación por mandato. Idealmente, si el perro es vigilado, el dueño puede intuir o aprender a identificar los signos que preceden a la eliminación (p.e. el animal olfatea, adopta una postura agazapada, se escabulle,…) y así, puede interrumpir al perro antes de que éste elimine y encaminarle al lugar apropiado (donde se le puede elogiar y premiar por lograrlo). De esta forma, no hará falta realizar un castigo. No obstante, si el dueño ve al perro que elimina en un lugar inapropiado, se le debe interrumpir con un ¡no! severo.
Pero hay que recordar, que el castigo severo puede enseñar al perro a: -evitar la eliminación posterior en ese lugar, o -evitar la eliminación posterior en ese lugar cuando el dueño está presente, o -evitar la eliminación en presencia del dueño. Sólo se debe pensar en el castigo si el dueño observa que el cachorro empieza a eliminar en casa. Una pistola de agua, la sacudida de una lata o un adiestrador audible…son preferibles a las técnicas físicas o incluso a las represiones verbales, ya que es menos probable que provoquen miedo del dueño.
Además, si es posible que el dueño no esté vsible en el momento del castigo, el animal puede aprender a dejar de eliminar en la zona tanto si aquél está presente como si no lo está. Nunca debe usarse un castigo que provoque miedo al perro.
Los principales responsables de esta conducta son los andrógenos. Por eso, será un problema típico de los machos adultos. No obstante, algún perro joven también puede hacerlo, al igual que algunas hembras (generalmente durante el celo). Generalmente serán micciones cortas y en sitios particularmente destacados.
Los estímulos olfativos por las micciones de otros machos en estos sitios, pueden desencadenar esta conducta.
Se tendrá que diferenciar de:
-problemas orgánicos, como enfermedades que pueden desencadenar alteraciones en la cantidad de orina o en las micciones, o incontinencia urinaria.
-problemas sin causa orgánica
-falta de aprendizaje (es una causa frecuente).
-pérdida del aprendizaje, principalmente en animales viejos. A veces, asociado a otros problemas como incontinencia, alteraciones locomotoras, etc… -ansiedad por separación
-fobias
-sumisión extrema. En este caso no hay que castigarlo nunca porqué sería contraproducente. La persona o propietario debe actuar intentando no desencadenar dicha conducta.
Existen varias posibilidades de tratamiento:
-la castración tiene una efectividad del 60-70%
-tratamiento farmacológico con progestágenos (tiene ventajas e inconvenientes)
-tratamiento farmacológico con ansiolíticos (generalmente es poco eficaz a diferencia del gato).
-colocar comida (si es posible) en estos sitios donde marca.
Fuente: Clínica Veterinaria Acsis
Autor: Dr. Josep Vallès
Bibliografia:
*Pathologie du comportement du chien de Pageat, P.
*Etología clínica del perro y del gato de Victoria Coll
*Etología clínica veterinaria del perro y del gato de Xavier Manteca
*Manual de problemas de conducta del perro y del gato de Landsberg, Hunthausen, Ackerman
*Artículos publicados en: -Animal Welfare 1997, 6: 9-15 de S.Galac y BW.Knol -Consulta de difusión veterinaria Vol.6,pp 31 Nº 51 1998 de J.Fatjó y X.Manteca
Foto de Josh Plueger. Postwork by Dove
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