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Enfermedades Parasitarias

Esporotricosis

Esporotricosis en Perros y Gatos

Introducción

La esporotricosis es una infección fúngica que afecta principalmente la piel y los tejidos subcutáneos de humanos y animales, incluyendo perros y gatos. Esta enfermedad es causada por diversas especies del género Sporothrix, siendo Sporothrix schenckii la más común.

Debido al riesgo de que las personas contraigan esta enfermedad a través de gatos infectados, nunca se debe subestimar la gravedad de esta enfermedad.

Esta patología no es muy común, los Médicos Veterinarios o los tutores a menudo pueden pasar por alto la esporotricosis como una posible causa de los síntomas.

Transmisión

Este hongo se encuentra en el suelo y los desechos orgánicos y es cosmopolita (presente en todo el mundo).

La esporotricosis se observa con mayor frecuencia en perros y gatos que viven al aire libre, en particular perros de caza.

En  perros, se cree que el hongo ingresa a través de una herida punzante de una astilla o espina.

En  gatos, se cree que se transmite por un rasguño o mordedura de un gato que tiene garras o dientes contaminados.

Por esta razón es muy importante castrar a los gatos machos para evitar las peleas que, además del riesgo de esta micosis, por mordeduras también pueden contagiarse el Síndrome de Inmunodeficiencia Felina.

Los humanos se han infectado al entrar en contacto con las llagas abiertas y supurantes de los gatos enfermos.

Sintomatología

En los perros, los síntomas más comunes son pequeños nódulos sobresalientes en la cabeza, las orejas y el cuerpo.

Los nódulos pueden ulcerarse y drenar un líquido claro o turbio. Por lo demás, el perro suele estar sano y las lesiones no parecen ser dolorosas ni producir prurito (picazón).

También pueden ocurrir lesiones en los pies con afectación de los ganglios linfáticos locales.

En los humanos, la esporotricosis es más común en los dedos, las manos o la cara, lugares donde la persona puede haber tenido una herida abierta y haber entrado en contacto con un gato infectado.

El nódulo puede abrirse, drenar y los ganglios linfáticos circundantes también pueden inflamarse.

Diagnóstico

En el perro, a diferencia del gato, el hongo es difícil de encontrar y si se sospecha la infección pero no se puede encontrar ningún microorganismo, entonces una prueba de anticuerpos fluorescentes a menudo puede confirmar el diagnóstico.

Un cultivo del líquido también puede ayudar en el diagnóstico.

Tratamiento

Los perros infectados se tratan con yoduro de potasio por vía oral. El tratamiento suele durar de 4 a 8 semanas. El ketoconazol y el itraconazol , más caro, a veces se utilizan como terapia alternativa.

Dado que Sporothrix es un hongo y no una bacteria, los antibióticos son ineficaces. Los animales con esporotricosis no deben recibir esteroides.

Prevención

La prevención consiste en el tratamiento rápido de todas las heridas punzantes y  que los perros eviten las zonas densamente boscosas o infestadas de espinas.

Afortunadamente, la esporotricosis es muy rara en perros, gatos y personas.

Es bastante común que debamos tenerlo en cuenta si nuestras mascotas desarrollan nódulos o llagas que no cicatrizan.

Bibliografía

Fuente Imagen: commons.wikimedia.org