Singapura fue desarrollado por una criadora americana a partir de gatos que descubrió en Singapur y llevó consigo a su regreso a los Estados Unidos, en donde bajo un cuidadoso programa de cría llegó a ser una raza aceptada.
El cuerpo y las patas deben formar un cuadrado con el suelo; la sección media debe estar firme y no contraída.
En los gatitos el pelaje pegado al cuerpo tiende a ser más largo; no debe ser elástico. El color sepia del pelaje es producto de las pintas café oscuro sobre un color base marfil cálido viejo, con bandas claras cerca de la piel y puntos oscuros.
El hocico, la barbilla, el pecho y el vientre son del color de la muselina sin blanquear. Tiene rayas sólo en la parte interior de las patas delanteras y las rodillas traseras, pero no se considera falta una línea oscura extendida a lo largo de la espina, y el tono oscuro de la punta de la cola continúa hacia atrás por la parte superior hasta el cuerpo. La piel de la nariz es de salmón pálido a oscuro, pero debe tener un borde café oscuro y de este tono también los bordes de los ojos y los labios.
Cuerpo: Pequeño a grande, robusto y musculoso; garras ovaladas; cola de largo mediano con el extremo despuntado.
Cabeza: Redondeada, con un hocico de longitud media; orejas levemente puntiagudas.
Ojos: Grandes y almendrados, de color verde avellana o amarillo.
Pelaje: Corto y fino, pinto con por lo menos dos rayas.
Colores: Sólo agutí sepia.