Desde este jueves la vida de las personas que utilizan los llamados perros lazarillo será más fácil. El Parlament de Catalunya aprobó por unanimidad la Ley de Acceso al Entorno de las Personas con Discapacidades Usuarias de Perros de Asistencia que amplía la anterior normativa, que sólo se refiere a los perros lazarillo para personas con discapacidad visual, y abre el espectro a las personas con discapacidad auditiva, física, autismo u otras enfermedades.
La norma otorga más derechos a los usuarios de estos canes y, por ejemplo, garantiza que nadie pueda ser despedido por tener que llevar el perro al trabajo. Además, "hay una mención muy clara a que los cachorros pueden acceder a cualquier lugar público", afirma Gema León de la ONCE. Este punto no es baladí, ya que, según los expertos, las crías tienen que ir acostumbrándose a los lugares que luego irán con los usuarios, ya sea un cine, la ópera, un hospital o un museo.
Usuarios responsables
La norma también dicta los requisitos que deben cumplir los centros de adiestramiento, los profesionales que trabajan con los canes y los usuarios que se ayudan de ellos. El Departament d'Acció Social i Ciutadania será el encargado de otorgar un carné que acredite al perro de asistencia como tal.
León explica que la mayoría de las veces las razas de perro escogidas para ser de asistencia son: Labradores, Golden Retriever, Pastor Alemán y Flat Coated. Esta elección se debe a que estas razas "son manejables" y "aceptan bien el trabajo".
Además, son perros que pasan por muchas manos antes de llegar al usuario, por lo que deben de poseer facilidad para establecer vínculos, aunque ninguno será tan fuerte como el que mantendrán con su amo. "Ha habido ocasiones en que se ha tenido que deshacer la unidad [entre perro y dueño] porque no se había creado esa química, ese vínculo" tan especial "que es necesario para trabajar bien".
En este sentido, la ley también incluye un registro de unidades de vinculación, es decir, la formada por el perro y el amo con discapacidad, así como uno de centros. La norma también establece que en un término máximo de dos años, se cree una cualificación profesional de adiestramiento de perros de asistencia y que cada año los canes pasen una revisión sanitaria e higiénica.
Fuente: www.publico.es