Introducción
Rinitis es el término que se aplica a una infección o inflamación de la nariz. Si los senos paranasales también están afectados, se llama sinusitis.
Existen muchas bacterias, hongos y virus capaces de infectar las fosas nasales de los perros. Estas infecciones se comportan de manera muy similar a los resfríos comunes en las personas.
Bacterias como estafilococos y estreptococos, así como virus como la parainfluenza, adenovirus, moquillo canino y herpes, son invasores nasales comunes y causarán síntomas similares a los del resfriado.
Sintomatología
Los síntomas dependen en cierta medida del tipo de infección que causa el trastorno. En general, se puede notar una secreción nasal excesiva, que en ocasiones se convierte en una mucosa espesa de color amarillo o verdoso.
El perro puede estornudar con frecuencia, intentando limpiar las mucosas de las fosas nasales. En casos avanzados, la mucosa puede volverse sanguinolenta.
El sentido del olfato del perro suele estar alterado, lo que puede afectar a su apetito.
A pesar de la creencia común, la temperatura de la nariz no es un buen indicador de estar enfermo o sano. Los perros normales pueden tener la nariz caliente, fría, seca o húmeda.
Sin embargo, la temperatura corporal es un indicador importante. Un perro con rinitis grave puede tener una temperatura corporal elevada. Si este es el caso, el perro generalmente se vuelve letárgico y tiene poco apetito.
Pronóstico
Los riesgos nuevamente dependen de los microorganismos involucrados. La mayoría de los casos permanecen confinados a la nariz y los senos nasales.
En estos casos, los riesgos son mínimos. Sin embargo, si la infección se propaga a regiones más delicadas del sistema respiratorio , como la tráquea, los bronquios o los pulmones, el perro puede verse afectado más gravemente.
Además, si la secreción nasal es uno de los muchos síntomas, como los que se observan en el moquillo canino y la hepatitis , la afección es extremadamente grave.
Tratamiento
Cualquier perro que padezca una infección nasal debe descansar. Además, el perro debe estar aislado de otras mascotas, para minimizar la probable propagación de enfermedades contagiosas.
Si los síntomas persisten, el perro tiene fiebre o la rinitis se acompaña de otros síntomas, lleva a tu perro al Médico Veterinario.
En los casos crónicos que necesitan tratamiento, el profesional suele realizar un cultivo de la mucosa nasal.
Esto ayuda a identificar qué microorganismo es responsable de la infección. Una vez realizado esto, se seleccionan los medicamentos adecuados.
Ocasionalmente se usan antihistamínicos como Benadryl para ayudar a secar y despejar las vías respiratorias.
Los antibióticos como la amoxicilina, se usan comúnmente contra las infecciones bacterianas.
Las nebulizaciones, como se utilizan para humanos, también son beneficiosas.
Fuente Imagen: istockphoto.com
