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Etología

Curso del GECAF: Las terapias antideficitarias

Las terapias son métodos no biológicos de modificación del comportamiento.

Descansan sobre el conocimiento de la etología del perro, etapas de su desarrollo y de la comunicación intra e inter-específicos. En efecto, las terapias prescritas deben ser pertinentes en función del etograma de la especie del paciente. ¡ Deben también acordarse al diagnóstico que ha permitido por ejemplo ubicar algunos trastornos del desarrollo no puede pedirse lo imposible ! Para terminar el mensaje que queremos enviarle al animal debe ser comprendido.

Las terapias son siempre necesarias para obtener una curación completa y suficientes para los casos más simples, diagnosticados precozmente. Pero en la mayoría de los casos, quimioterapia y terapia comportamental van a tener que ser empleadas conjuntamente, la prescripción medicamentosa siendo entonces previa a la institución de la terapia.

Par ser eficaz, una terapia debe ser respetuosa de algunas grandes reglas de la prescripción.

Debe:

1º tener un objetivo preciso

2º ser simple

3º ser clara

4º ser precisa

5º poderse aplicar

6º obtener la adhesión del grupo

7º tener resultados que puedan controlarse

8º ser armonizada con la prescripción medicamentosa

La terapia es un contrato entre el veterinario y sus clientes. Hay  que aprender a negociarlo y después hacerlo respetar.

En este marco, las terapias tienen dos objetivos

1º desaparecer algunos comportamientos

2º aparecer los comportamientos que faltan de otros comportamientos

Hacer desaparecer un comportamiento

En las enfermedades deficitarias, podemos tener la necesidad de desaparecer algunos comportamientos indeseables, como reacciones marcadas de elusión, la fuga ante un estímulo desconocido.

TECNICAS DE CONDICIONAMIENTO

Son el castigo y la extinción

 El castigo está por completo contraindicado en los estados deficitarios

 La extinción, que interviene al finalizar la fase apetitiva, no tiene más que pocas aplicaciones. En las enfermedades deficitarias, los comportamientos indeseables son reacciones ligadas al estado de ansiedad del animal. Esta situación emocional impide que el sujeto encadene correctamente las terapias que actúan sobre la modificación de la secuencia comportamental.

Es necesario emplear técnicas que permitan al animal conservar su homeostasia emocional.

TECNICAS QUE MODIFICAN EL ESTADO REACCIONAL

Contra-condicionamiento

Esta ha sido por mucho tiempo la única terapia empleada para modificar el estado reaccional del individuo.

Consiste en asociar al estímulo negativo para el animal una respuesta positiva de parte del medio que rodea al animal.

En los síndromes de privación, por ejemplo la vista de un ser humano desconocido es generalmente un poderoso estímulo negativo que va a desencadenar la huida si esta es posible o el que el animal quede anonadado. Podemos pedir durante las terapias asociadas que todas las personas entren en la casa, se acerquen al perro sin buscar el contacto ni mediante la voz ni mediante la mirada y depositan una ofrenda alimenticia con el objeto de sobreponer al estímulo aversivo "vista de un humano" otro estímulo, mucho más atractivo este.

La experiencia muestra que el contra-condicionamiento es poco eficaz y exige de parte de los propietarios una gran paciencia ya que sus resultados son pocos y frágiles. Lo ganado en largas sesiones de contra-condicionamiento puede perderse totalmente en algunos minutos mediante una interacción negativa.

El contra-condicionamiento, como el castigo o la extinción, suponen a un animal en situación correcta de aprendizaje.

Modulación de los flujos de comunicación

Teoría

Basada en los trabajos de Guyot, puesta a punto por Pageat, esta técnica permite modificar profundamente el estado reaccional del individuo.

El perro es un animal social. Su apreciación de una situación va a depender de los elementos objetivos que tiene en su posesión y en particular de la comunicación entre los demás miembros del grupo. De igual manera, los intercambios establecidos con los humanos van a proporcionar numerosas informaciones al animal.  La transmisión es de orden cognitivo pero también emocional.

 

Diferentes elementos componen esta comunicación:

un emisor E
un receptor R
un mensaje producido por E conllevando una modificación de R

Debe entenderse que esto no funciona como un sistema lineal pero como una interacción circular, cada socio jugando a su vez un papel de emisor y de receptor y cada mensaje conlleva una modificación del estado interno del otro y de su producción comportamental.

En numerosos casos deficitarios, esta capacidad para recibir mensajes va a ser empleada para modificar su estado reaccional. Para ser eficaz, la comunicación entre humanos y perros debe tener estas tres características:

la lectura depende de la claridad de las señales emitidas

la fiabilidad está ligada a la coherencia del mensaje

la aceptación es una función intrínseca del emisor

Los trabajos de Guyot muestran, durante el entrenamiento, la importancia en la congruencia para los mensajes emitidos para los diferentes canales de comunicación y la importancia acordada por el animal a las señales emitidas en el registro no-verbal y para-verbal.

Aplicaciones en las enfermedades deficitarias

1º Un entrenamiento establecido según las reglas citadas va a permitir establecer una comunicación sin ambigüedad. Es entonces posible emplear lo que propongo llamar "ordenes estructurales simples". Una parte de la terapia consiste en hacer ejecutar una orden simple de manera muy repetida en circunstancias favorables al principio. La pareja propietario-perro va empezar a ser muy exitosa en el cumplimiento de esta secuencia. Podremos emplear entonces esta orden para bloquear algunas reacciones comportamentales ligadas a la ansiedad como las tentativas de fuga o las reacciones de elusión. La secuencia normal

 

orden
–>
ejecución
–>
recompensa

va a constituir un ritual apaciguador con virtudes anxiolíticas para los dos protagonistas que se encuentran ligados en un sistema de comunicación que conocen bien y el cual no presenta más que pocas contaminaciones emocionales. Esto le va permitir al perro afrontar mejor situaciones de ansiedad. El síndrome de privación constituye la indicación mayor de esta terapia.

2º La modulación de los flujos de comunicación va también ser empleada para explicar a los propietarios que envían sin saberlo y sin quererlo informaciones a su animal.  Estas desencadenan un cierto número de comportamientos en el animal. El ejemplo más clásico es la manipulación de la cadena; en un síndrome de privación, vamos a tener muy a menudo una anticipación de los temores del animal por el propietario que va a tomar la cadena, dando al perro una señal fuertemente anxiógena que va a reforzar el temor inicial.

Hacer aparecer un comportamiento

3 técnicas son posibles

la recompensa
el aprendizaje por imitación
la terapia mediante el juego

LA RECOMPENSA

Es parte de las terapias comportamentales: es un condicionamiento operante mediante refuerzo positivo.

Debe obedecer a reglas simple

la recompensa debe intervenir al final de la secuencia si queremos reforzarla.
salvo al principio del aprendizaje, no debe ser sistemática.

No debemos y no podemos recompensar un no-acto

Estas pocas reglas subrayan todos los límites de la recompensa en las enfermedades deficitarias. Será empleada como contribución de la técnica de modulación de los flujos de comunicación para reforzar la orden estructural simple.

TERAPIA POR IMITACION

El perro a excepción de los casos deficitarios muy extremos (depresión de desapego precoz) posee "competencias-ancla  (en el sentido de Montagner). Una de estas capacidades es la posibilidad del aprendizaje por imitación. Esta terapia cognitiva no actúa directamente sobre el perro que padece la enfermedad deficitaria pero se le va a proponer el espectáculo de un congénere o de un humano de la manada familiar que va a recoger recaídas muy positivas de una secuencia comportamental que son  difíciles para él. Es importante no manifestar atención particular para el perro enfermo cuando congratulamos calurosamente al perro modelo que fué por ejemplo a explorar un objeto insólito sin manifestar temor.

Si el aprendizaje por imitación encuentra todo su interés en situaciones complejas (perros pastores…), la terapia por imitación va a dirigirse a numerosas enfermedades deficitarias.

Por ejemplo, esto va a permitirle al perro  desarrollar sus habilidades sociales viendo a un congénere equilibrado obtener comida al aceptar el contacto humano.

Pero el objeto de imitación puede también ser humano. En el  caso del síndrome de privación, la persona que logra crear un lazo de apego con el animal va a constituir una referencia emocional para él. Después de haber explicado en el marco de la modulación de los flujos de comunicación todo lo que no hay que comunicar, vamos a pedir al propietario ofrecer al perro un modelo que le de seguridad en su capacidad para afrontar estímulos que siente como hostiles.

TERAPIA MEDIANTE EL JUEGO

Es una terapia cognitiva que va a tener dos objetivos: aumentar la actividad exploratoria, crear un contexto emocional positivo.

Esta terapia es sin lugar a dudas el arma más eficaz en nuestra panoplia antideficitaria. Es una parte obligatoria del tratamiento de los síndromes de privación, de las depresiones y de las ansiedades permanentes.

Para ser eficaz debe responder a los criterios que hemos definido en la introducción general.

1º tener un objetivo preciso: permitir por ejemplo la salida en la calle en presencia de carros

2º ser simple: escoger con los propietarios un juego que pertenezca a la vez al repertorio del perro y de la familia

3º ser claro: definir bien las condiciones para iniciar el juego, el estado de excitación que se desea alcanzar, la actitud de los protagonistas humanos

4º ser preciso: jugar 5 minutos en la casa antes de salir, realizar la primera semana un juego en los primeros 50 metros de la calle

5º ser factible: verificar que las condiciones de vida permiten esto. No se prescribe el mismo juego y las mismas modalidades a un perro que vive a proximidad del periférico y a un perro que viva en una pequeña ciudad de provincia.

6º obtener la adhesión del grupo: algunas personas pueden sentirse ridículas en la calle con una pelota en la mano. No despreciar los frenos individuales.

7º tener resultados que puedan controlarse: podemos por ejemplo pedir que se mida el tiempo que el perro toma para aceptar el juego antes de presentar los primeros síntomas de ansiedad.

La terapia por el juego responde a todas estas exigencias si esta bien construida y se respetan dos puntos primordiales.

el juego se instituye mucho antes que la exposición a la situación anxiógena
los propietarios juegan verdaderamente. No deben parasitar el juego mediante una atención demasiado sostenida en dirección del perro.

Nos damos cuenta que esta técnica aportará resultados mucho mejores cuyo esquema el clínico sabrá adaptar  de acuerdo a la estructura particular de la familia y al caso preciso del animal.

Habrá que pensar en prevenir a los clientes sobre las posibles recaídas cuando se emplean estas terapias. Todo lo que se anuncia es desdramatizado. Si es necesario cuidar de no inducir frenos, no hay que dar la impresión que la terapia llevará a la curación regular sin regresiones momentáneas. Sino se corre el riesgo de ver a los clientes desalentarse durante los incidentes en el recorrido. Cuestionarán entonces las capacidades del animal para curarse, su competencia en la gestión de la terapia o la del veterinario que no ha sabido advertirles de todo lo que podía pasar.

CONCLUSION

Las terapias antideficitarias ocupan un lugar de primera en el arsenal terapéutico. En efecto si podemos pretender algunos comportamientos únicamente mediante la quimioterapia, la emergencia de nuevos comportamientos requiere siempre el empleo de terapias comportamentales o cognitivas.

 Autor:

Claude BEATA

Doctor Veterinario