Introducción
La anatomía ósea, muscular y articular le confieren al perro su conformación o forma general. El cachorro puede parecer rollizo o redondo, o puede parecer largo y delgado. En cualquier caso, estos términos no científicos intentan describir cómo se han desarrollado, o cómo se están desarrollando, los huesos y el tono muscular del animal joven.
Un cachorro nace con todos los huesos, articulaciones, músculos, ligamentos y tendones que tendrá en su vida. Todo crecimiento se debe a un aumento del tamaño de estos tejidos, no a un aumento de su número.
Los huesos, músculos, ligamentos y tendones componen la mayor parte de la masa corporal de un animal. Teniendo en cuenta las variaciones en la longitud de la cola, hay un promedio de 319 huesos en el esqueleto de un perro.
Sistema óseo
Los huesos son órganos vivos, rígidos y complejos que tienen su propia irrigación sanguínea y red nerviosa. Están compuestos de minerales, principalmente calcio y fósforo.
Proporcionan tanto el armazón para el cuerpo como protección para muchos órganos y estructuras internas delicadas. Por ejemplo, los huesos del cráneo protegen el cerebro y los ojos, mientras que el esternón y las costillas ayudan a proteger el corazón y los pulmones.
Otros huesos, como las extremidades, cumplen la función de brindar apoyo y locomoción. Los huesos de las estructuras internas del oído no funcionan ni como protección ni como soporte, sino más bien para la transmisión del sonido, lo que permite que el perro pueda escuchar.
Los huesos de las piernas crecen a partir de áreas inmaduras ubicadas cerca de los extremos. Se denominan placas de crecimiento, placas epifisarias o simplemente epífisis.
Son áreas blandas que crecen y añaden longitud a los huesos. Las placas de crecimiento proporcionan crecimiento hasta que se completa el crecimiento óseo del cachorro, generalmente al año de edad.
En este momento, las placas de crecimiento se endurecen con minerales (principalmente calcio y fósforo) y ya no funcionan como áreas de desarrollo óseo.
Esta mineralización se conoce como cierre de las placas epifisiarias e indica el final de un crecimiento óseo significativo.
Las epífisis jóvenes no mineralizadas son un área débil en el hueso del cachorro y son lugares frecuentes de lesión o fractura ósea. Las fracturas epifisarias son comunes cerca de la muñeca (carpo) y la rodilla.
Sistema muscular
La función principal de los músculos es producir movimiento en todo o parte del cuerpo del animal.
Hay dos tipos de músculos, lisos y estriados:
- Los músculos lisos se encuentran dentro de los órganos internos como los intestinos, el estómago y la vejiga. Estos no están sujetos a control voluntario o consciente por parte del individuo. Funcionan automáticamente para satisfacer las necesidades del cuerpo.
- Los músculos estriados están predominantemente adheridos al esqueleto. Todos sus movimientos están bajo el control consciente del individuo. Están involucrados en funciones como caminar, comer, mover la cola, mover los ojos, etc.
Estructuras tendinosas
Los músculos están conectados a los huesos mediante bandas fibrosas resistentes llamadas tendones.
Los tendones comienzan en un músculo y terminan en un hueso.
Un buen ejemplo es el tendón de Aquiles, que conecta el músculo (gemelos o gastrocnemios) de la extremidad inferior trasera (pantorrilla) con los huesos que forman el tarso (tobillo).
Ligamentos y articulaciones
Los ligamentos conectan hueso con hueso y generalmente se encuentran atravesando las articulaciones.
Las articulaciones son lugares donde dos huesos se unen o articulan con sus extremos cubiertos por una capa de cartílago liso.
Una articulación está formada por huesos, músculos, ligamentos, cartílagos y un líquido articular lubricante, todo ello encerrado por una cápsula articular resistente.
Ejemplo: Articulación de la rodilla
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