Introducción
Los higromas son una inflamación no dolorosa en forma de bolsa, rodeada por una cápsula fibrosa resistente que se desarrolla debajo de la piel.
Se desarrollan con mayor frecuencia en la parte externa del codo. También pueden ocurrir en la cadera y el corvejón.
Son inicialmente pequeños, blandos y fluctuantes y no suponen un problema para el animal. Pueden estar presentes durante toda la vida.
En algunos casos, pueden llegar a ser bastante grandes, de hasta 5 cm de diámetro. Los higromas pueden infectarse, en cuyo caso son dolorosos, a veces cálidos al tacto y pueden desarrollar conductos de drenaje.
Etiología (Causas)
Un higroma es causado por traumatismos repetidos en un área sobre una prominencia ósea.
El traumatismo ocurre con mayor frecuencia como resultado de acostarse sobre superficies duras, como pisos de cemento o madera.
Es más común en perros de razas más grandes donde la zona ósea afectada soporta más peso y tiene contacto con una superficie sólida.
Los higromas también son más comunes en perros sedentarios, como aquellos que se recuperan de una cirugía o que tienen otras afecciones médicas que los hacen menos activos (p. ej., displasia coxofemoral, displasia del codo ).
Tratamiento
El primer paso en el tratamiento es prevenir un trauma mayor. Esto se puede lograr proporcionando una cama acolchada suave.
La zona afectada se puede vendar con material de relleno suave en forma de “rosquilla” sobre el codo, colocando el “agujero” de la “rosquilla” sobre el higroma.
Esto protegerá a la lesión de un mayor contacto con cualquier superficie firme. A menudo, simplemente vendar el área no es efectivo, ya que aún habría presión sobre el higroma si el perro se acuesta de ese lado.
Aspirar periódicamente (eliminar el líquido con una aguja y una jeringa) no suele ser eficaz y puede generar una infección.
Asimismo, rara vez se realiza cirugía a menos que el higroma esté infectado. Generalmente, el área involucrada es tan grande que una vez que se elimina el higroma, es posible que sea necesario un injerto de piel u otras técnicas para cerrar la incisión.
Cuando el animal flexiona y extiende la pata, se ejerce una tensión considerable sobre las suturas y es probable que la incisión se abra.
Se ha observado cierto éxito al insertar quirúrgicamente un drenaje (tubo de látex) en el higroma para permitir un drenaje constante. Luego se venda el área y los vendajes se cambian periódicamente.
Prevención
Los higromas se pueden prevenir proporcionando una colchoneta suave, especialmente hechas de espuma ortopédica.
Los animales que se recuperan de una cirugía deben girarse de lado a lado varias veces durante el día.
Fuente Imagen: es.wikipedia.org
