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Informes Técnicos

El líder profesional como objetivo universitario

Autor:

Gogorza L.M.
Facultad de Cs Veterinarias – UNCPBA TANDIL

www.lidiagogorza.mascotia.com

gogorzalidia@ciudad.com.ar

Formar una conciencia de liderazgo que incorpore valores, metas y aspiraciones de las realidades de nuestra nación, contribuye a preservar la diversidad cultural y utilizar los recursos genuinos de la situación que ofrece el marco de referencia en el cual debe integrarse el profesional.
Recuperar los recursos como parte integrante de la cultura y convertirla en un modo legítimo de expresión de su propios valores y aspiraciones, es recuperar la capacidad de decisión social, capacidad que debe surgir del entrenamiento universitario.
La Universidad debe lograr un aprovechamiento mucho mejor de la capacidad de los profesionales como factor determinante en el cambio de actitudes, en lugar de formar especialistas que sólo conozcan y manejen las tecnologías creadas por países avanzados, y que sean enviados al exterior para aprender a manejar nuevos procesos que los hacen dependientes a su regreso a utilizar técnicas foráneas, sin tener la oportunidad de realizar una tarea verdaderamente creadora.
Para liberar esta fuente potencial de creación es necesario cambiar algunos viejos hábitos de la comunidad universitaria, entre ellos, la que se atribuye habitualmente a la experiencia en la asignación de tareas, rompiendo con los criterios convencionales y afrontando los riesgos que ello significa. La universidad es un factor fundamental en la posibilidad de innovación; es el comienzo de una cadena de cambios e incorporación de factores humanos y técnicos, en función de metas sociales.

A veces, cuando se preparan profesionales con un perfil científico que no es el que la sociedad necesita, se produce su emigración. Se dice entonces, en el ámbito estudiantil, que no hay que producir para la emigración. Quizá el planteamiento haya que resistirlo, ya que es un problema social que la Universidad puede plantear, pero no resolver.
LO QUE SÍ PUEDE HACER LA UNIVERSIDAD, es crear una conciencia responsable en el graduado, que lo comprometa con el futuro de su tierra, preparándolo para adaptarse a situaciones en las cuales deba plantear estrategias para integrar la "civilización científica-tecnológica" a la VERDAD REAL que sus características propias le concedan.
Formar personal calificado es quizás el problema central de todo sistema educativo. Los recursos humanos debidamente preparados son la base para la capacidad de decisión, interpretación, negociación, determinación y auditoría de los sistemas, programas y procesos que interesen a los problemas nacionales. Todas son facetas de un problema central que es el USO del conocimiento.

Los planes establecen las metas, y las formas de alcanzarlas. La existencia de personal calificado asegura el recurso humano necesario para llevar a cabo dichos planes. Pero el trabajo es estéril si no se cuenta con adecuadas fuentes de información. Ya hemos señalado que el problema de planificación es un problema de conocimiento, y el conocimiento no es otra cosa que la información debidamente interpretada, evaluada y adecuada a las distintas situaciones que enmarquen el proyecto.
El planteo de programas nacionales es complejo, y requiere de la necesidad de buscar nuevas concepciones, que nos permitan aprovechar los conocimientos y estrategias regionales existentes, complementando dicho conocimiento al generado por las informaciones generales. Este doble reto sólo puede ser encarado a través de soluciones propias y particulares para cada situación, concensuadas, debiendo abandonar ideas preconcebidas.

Por eso, al decir de Klimovsky (1971) debe considerarse que toda acción racional presupone conocimiento, pero un conocimiento general que indica correlaciones, ligaduras y pautas que gobiernan la estructura de lo real. Sin este conocimiento, no existiría técnica exitosa. Para el desarrollo de programas, este conocimiento debe estar enmarcado en la pedagogía " problematizadora" de Paulo Freire, como un proceso empático, abierto, cuestionador de las interrelaciones sociales y culturales, adoptando nuevas posturas frente a cada problema.

¿Cuál es nuestra propuesta?

Como parte de este cambio, aquí se propone un método dinámico de trabajo, en el que las relaciones interpersonales juegan un papel decisivo, y donde la Universidad valora en la formación de profesionales la actitud de dirigencia capaz de ejercer un liderazgo situacional ( más fuerte y personalista en determinados momentos, más débil e imperceptible en otros) reinvindicando el estilo participativo, e insistiendo que los líderes nacen y se hacen, porque justamente , los " hace " la conjugación de la voluntad grupal y su propia voluntad.
Es conveniente en este sentido, promover y desarrollar instancias de análisis, discusión, debate, concertación, y delimitación precisa de los disensos, entre las partes que se comprometen en los proceso de integración , buscando una mejor distribución y empleo de los recursos asignados.

El análisis de problemas de hechos en un grupo, puede resultar una experiencia muy provechosa en la medida que esto ayude a mejorar el proceso grupal, el cumplimiento de tareas y consecuentemente, el logro de los aprendizajes.
Las diversas reacciones (favorables y desfavorables) que origina el planteo de un problema en una dinámica grupal, permite posteriormente el surgimiento de actitudes favorables, en particular cuando entre los participantes del grupo comienza una estimulación con argumentos sobre el tema. Esto tiende a ser más claro, rápido y fuerte cuando ya hay quienes han experimentado algún tipo de convivencia o proyecto previo de estos programas. Este hecho es muy importante e indica la existencia de un aprendizaje social que se produce espontáneamente cuando se brinda la oportunidad, o se dan la información y los estímulos correspondientes, y señala un enorme potencial que podría ser objeto de un desarrollo planificado.
Además, reafirma otra lección importante: no es posible analizar la realidad sin modificarla.
Una simple pregunta – y mucho más, el análisis y la discusión de su respuesta- puede llevar a reflexiones que tengan un efecto corrector sobre las concepciones previas. Pero, para la formación de líderes, hay un aprendizaje más importante aún: el trabajo de persuasión, que le permitirán ganar un apoyo determinante de los participantes del grupo.

Las dinámicas han sido pensadas para el ambiente educativo o para el ámbito empresarial, pero hoy se conoce su eficacia en cualquier instancia de encuentro o reunión grupal. Este aprendizaje social sólo puede ser realizado en forma parcial en la actividad de formación universitaria, porque se trata de un proceso que responde fundamentalmente al enfrentamiento práctico de los problemas que presente la actividad cotidiana del profesional en su medio.
Para que lo anterior pueda ser concretado, se requiere de los actores un compromiso de acción, que entiendan adecuadamente las perspectivas de evolución, así como la importancia y las posibilidades reales para intervenir en el proceso.

Ventajas y limitaciones del conocimiento universitario

Conviene pensar que los futuros profesionales se forman en un manejo de la ciencia en estrecha relación con el método, y con los resultados que se obtienen a partir de él. Sin embargo, esto conlleva a una unidad de análisis más tradicional, la disciplina, que pone énfasis en los objetos en estudio. Como los objetos cambian a medida que lo hacen las teorías científicas, es preferible orientar la formación del profesional a pensar en los problemas básicos que orientan las distintas líneas de pensamiento.
El pensamiento científico es privativo de quien lo crea, y sólo se transforma en propiedad social cuando se lo comunica. Generalmente este conocimiento lo asociamos con la verdad, pero para el lenguaje vulgar,la palabra verdad se emplea con distintos sentidos, y abarca todas las distancias posibles entre la verdad de nuestro pensamiento y la verdad que realmente existe en el universo.

Aristóteles se refirió entonces al concepto de verdad, buscando una forma de adecuarlo entre el pensamiento y la realidad. Esta acepción nos resulta muy conveniente para comprender que hay detrás de un concepto científico cuando lo tomamos como "conocimiento de hechos"
Cuando un profesional deba adoptar posiciones de liderazgo en un grupo social, deberá discriminar entre hechos, realidades y conocimientos del marco de referencia, para poder decidir con que métodos o procedimientos se llegará a cumplir en forma más eficiente el objetivo de su programa de trabajo. Explicar hechos que ocurren en una comunidad o que le son relatados por los actores sociales, puede querer decir, precisamente, que un hecho singular no sea casual o independiente de los demás, sino que forma parte de secuencia de hechos que interactúan por factores causales de ese entorno.

La dificultad de llegar a desprenderse de auto-referentes temporales y vivenciales (episodios anteriores, conceptos teóricos) impide captar la dinámica de una total y permanente interdependencia. Focalizar la acciones con un espíritu flexible, participar en forma articulada con los restantes sistemas sociales, y fortalecer los procesos de integración, le permitirán al líder llegar a reconceptualizar las observaciones, buscando detectar leyes que lo acerquen a la realidad, y regularidades que vinculen o relacionen distintos tipos de sucesos o acontecimientos.