En Australia se ha popularizado una comida vegetariana para mascotas con productos que no se derivan de los lácteos o las carnes, una alternativa vegetariana a los alimentos tradicionales envasados para gatos y perros, según el diario "Brisbane Times ".
Los veterinarios dudan de sus beneficios alimenticios y argumentan que los gatos y perros son naturalmente carnívoros, pero la empresa que distribuye este producto asegura que se trata de una alternativa viable y ética frente a los productos convencionales. El presidente de la Asociación Australiana de Veterinaria para Animales Pequeños, David Neck, aconsejó a los dueños que no alimenten a sus mascotas exclusivamente con estos productos vegetarianos. "Millones de años de evolución han dictado lo que es mejor para estos animales y (algunos dueños de mascotas) intentan cambiar en una generación algo que no tiene sentido", acotó Neck al "Brisbane Times".
Neck consideró que, si una persona es vegetariana y tiene problemas éticos respecto al alimentar a su mascota con proteínas derivadas de animales, entonces debería adquirir un conejo o una cobaya como mascota, en lugar de "tomar decisiones éticas en nombre de la mascota".
Pero la creadora de este producto alternativo Vegan Pet, Sandy Anderson, dijo que ella buscó desarrollar un producto vegetariano que contenga una dieta equilibrada para las mascotas y en línea con los requerimientos de la Asociación para el Control de Alimentos de Estados Unidos. Anderson subrayó que la prueba de que es un alimento adecuado es que algunos perros y gatos lo han estado consumiendo durante una década y, de momento, no han recibido ninguna queja. Creó este producto con la colaboración del científico Nick Costa de la Universidad de Murdoch, quien aseguró que hay estudios que demuestran que estos alimentos satisfacen las necesidades dietéticas de los animales domésticos.
Según Costa, los alimentos vegetarianos son una alternativa viable para las mascotas, aunque destacó la necesidad de realizar más pruebas. "Lo que no ha sido evaluado es si afectan a largo plazo la reproducción, las funciones cardíacas o la visión", reconoció el experto de la Universidad de Murdoch.