No hay que insistir tanto en la fórmula ideal, sino hay que ubicarse ¿porqué?, ¿cómo? y ¿con qué? se nutre un perro.
Se sabe que los caninos pueden adaptarse a una gran variedad de dietas, desde sobras de la mesa, hasta una gran variedad de alimentos balanceados comerciales. Los perros son muy adaptables en cuanto a costumbres alimenticias, metabolismo y digestión.
Lo importante de la alimentación de nuestro perro
Lo más importante es cuando hay caninos carnívoros puros, en este caso, se debe ir cambiando en forma paulatina la dieta, porque si se realiza en forma brusca, pueden aparecer signos como: inapetencia, vómitos, diarreas, gases y halitosis.
El problema más serio es la aceptabilidad del animal al nuevo alimento y eso, depende exclusivamente de Uds.!!, el perro acepta, pasando hambre, cualquier cosa (pero son de 5 a 7 días), se debe tratar de ir mezclando con la dieta acostumbrada en este caso carne, con la dieta elegida de a poco hasta equilibrar.
Después de haber comido, necesita permanecer tranquilo, dormitando, no se lo debe hacer correr o trabajar para evitar desórdenes intestinales y congestivos (en algunos casos muy graves como la torsión gástrica. En el caso de jornadas intensas de trabajo puede administrarse algo liviano a la mañana y una comida sustanciosa a la noche.
El comedero debe adquirirse de acuerdo al hocico del perro, profundos y de poco diámetro para perros de orejas péndulas como el Cocker, playos con profundidad media para caninos de hocico puntiagudo (Ovejero Alemán, Dobermann). En todos los casos debe ser de material irrompible (metal o plástico duro).
El perro desacostumbrado, al principio, se verá desorientado por no tener la comida a su disposición (esto cambia cuando se administra alimentos balanceados) y tratará de enternecer a su amo para obtener un bocado, pero a los pocos días se acostumbra a comer correctamente sus raciones.
En el caso de alimentación natural, la temperatura debe ser la del cuerpo que se traduce en una sensación de tibieza, porque los perros ingieren su comida sin masticarla (su dentadura, aunque robusta, le sirve para desgarrar los bocados y morder huesos, pero no para triturar la comida).
La introducción de comida muy caliente en el estómago puede ulcerar la mucosa, mientras que el alimento muy frio, bloquea el desarrollo normal de los procesos digestivos causando náuseas, vómitos, cólicos y diarreas.
La cantidad de comida en el verano tiende a disminuir porque con el calor los perros tienden a permanecer inactivos, conviene entonces, descender el volumen global de alimento y restringir un poco los grasas, alimentos calórico por excelencia. Lo contrario sucede en el invierno donde los requerimientos calóricos son mayores.
Todo lo anteriormente nombrado se refiere a dietas naturales, sí se opta por alimentos balanceados premium de buena calidad, es menos engorroso, más económico y sin temor de equivocarnos en una incorrecto equilibrio en la dieta, pero es a gusto personal y de cada persona cómo alimentar a su perro.
Autor: MV Enrique Luján Fernández