Introducción
Las uñas del perro son básicamente una extensión de su piel. Están compuestas de células epiteliales (piel) endurecidas (queratinizadas) que surgen de la cresta ungueal o del lecho ungueal.
Las uñas de un cachorro tienden a ser más punzantes y afiladas en comparación con las uñas de un adulto.
Su rápido crecimiento requieren un recorte frecuente, a veces más de una vez al mes.
Etiología (Causas)
Las uñas frecuentemente quedan traumatizadas por la rotura. Suelen engancharse en un clavo en alfombras, elementos en patios, terrazas, etc. La uña puede romperse o rasgarse.
Sintomatología
La fractura de uñas suele ser muy dolorosa. Todos los perros que renguean deben ser examinados primero para detectar una uña traumatizada. Si la uña se rasga cerca de la base (por el dedo), se puede observar un sangrado.
Pronóstico
Las uñas quebradas pueden sangrar profusamente durante períodos cortos de tiempo, pero esta no es una afección grave. Sin embargo, es doloroso y pueden desarrollarse infecciones.
Tratamiento
Generalmente, la uña fracturada se extrae por completo. Es posible que se requiera anestesia.
La hemorragia debe controlarse con un polvo astringente, vendaje o cauterización. Por muy intenso que parezca el sangrado, el animal no perderá una cantidad significativa de sangre.
Una vez que se retira la uña, comenzará la curación. Con el tiempo volverá a crecer una nueva uña.
Esto puede llevar meses y la uña puede estar malformada. Dependiendo de la lesión, se pueden administrar antibióticos.
Las uñas de los perros deben cortarse de forma rutinaria para disminuir la posibilidad de que una uña se enganche y se quiebre.
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