1. Los principios básicos del diagnóstico cognitivo-comportamental en los trastornos del comportamiento canino
1.1. Los comportamientos problemas
1.1.1. Los T.C.C. que proceden de las teorías del aprendizaje tienden en cambiar uno (o varios) comportamientos molestos interviniendo sobre factores externos al perro (medioambientales) o internos (ideas, pensamientos), cuidando de evaluar regularmente los efectos de cada intervención.
Bajo esta óptica de la aproximación de un problema de comportamiento, no se buscará, en primera instancia, porqué el perro produce este comportamiento, se busca como este comportamiento se ha producido, como es desencadenado y como perdura. Así, si un perro tiene miedo en una exposición, más que de hablar de una "fobia social" que explicará su miedo, nos apegaremos en verificar cuales son los elementos que inducen este comportamiento (el ruido, la muchedumbre…) o que es lo que lo refuerza (fuera de la jaula = manipulaciones, al fondo de la jaula = tranquilo). El ejemplo de una perra tratada por agresiones por miedo ilustra la importancia de un análisis funcional de los comportamientos. El tratamiento basado sobre la elusión de un cierto número de situaciones desencadenantes y sobre reforzamiento positivo de todos los comportamientos de aproximación fracasó. De hecho un examen más atento de la comunicación entre el perro y el amo mostró un empobrecimiento total de los rituales de comunicación entre el perro y su amo, los gestos de este no eran normales y mal codificados lo que conllevaba a agresiones por miedo de la perra. En terapia comportamental no hay que quedarse al nivel diagnóstico agresión por miedo, pero apegarse a detallar las secuencias de agresión.
1.1.2. Variables dependientes – variables independientes
El análisis cognitivo-comportamental tiende a identificar relaciones de casualidad entre variables dependientes (el comportamiento a modificar, ej.: las destrucciones cuando el perro está solo) y variables independientes (ej.: tomar al perro sobre las rodillas cada vez que lo solicita). Si la modificación de una variable independiente conlleva una modificación de la variable dependiente, existen fuertes posibilidades de que exista una relación de causa efecto entre los dos.
1.1.3. Los TCC tienen que ver acerca de los comportamientos que se observan y los comportamientos privados (pensamientos, temores…) tales como pueden suponerse en el perro.
Por ejemplo, en los comportamientos de agresión jerárquica se supone que el perro se percibe como dominante potencial del grupo, por lo que este en ocasiones se opondrá físicamente a su propietario en algunas situaciones competitivas. El principio del tratamiento será actuar sobre esta percepción de la situación.
1.2. El grupo contexto
– El perro no constituye más que un elemento del grupo de individuos y del grupo de relaciones sobre las cuales es necesario que actuemos.
– El cambio de comportamiento del perro puede ser entonces obtenido
1/ al intervenir sobre el comportamiento síntoma en si mismo modificando los elementos que lo desencadenan, actuando sobre su expresión, o sobre los elementos que lo sostienen. Es el principio de los TCC.
2/ al intervenir a un nivel muy distinto, sobre las relaciones entre los miembros de un grupo. Este es considerado entonces como una red de relaciones, caracterizado por la identificación de una homeostasia, pero también por su capacidad de transformación. Lo importante no es interesarse por las razones que llevan al sujeto a expresar tal comportamiento, pero comprender como este comportamiento actúa sobre el conjunto de las otras relaciones para mantener un equilibrio, o para desplazarlo. Esta aproximación sistémica exige lo estamos viendo un modo de razonar, y una expresión lingüística muy diferentes de los que empleamos en aproximación CC. Una aproximación sistémica no podrá inscribirse en el marco de esta exposición, pero podremos citar algunas técnicas que se inspiran de ella.
* ejemplo de acción sobre la relación propietario perro:
desplazar la zona de descanso del perro
* ejemplo de acción sobre la relación entre los propietarios:
verbalizar el hecho de que el perro macho dominante considera su propietaria como una hembra más que como un individuo que domestica.
2. El tratamiento cognitivo-comportamental de un trastorno del comportamiento canino
2.1. Las cuatro fases del tratamiento
1. Determinamos con la mayor precisión posible el o los comportamientos problemas, que clasificamos según el orden de importancia dada por los propietarios, y según el orden en el cual deseamos tratarlos. Se trata después de encontrar la mejor adecuación entre las dos clasificaciones.
2. Se identifican los antecedentes (es decir los sucesos que preceden y explican la producción del comportamiento) y las consecuencias (es decir los sucesos que siguen el comportamiento, y explican su duración), suponiendo eventualmente las cogniciones asociadas.
3. Se proponen y escogen estrategias terapéuticas en función de las contingencias materiales, es un hecho, pero igualmente en función del sistema de relación en el seno del grupo vital del perro. Para este segundo punto es necesario recordar cuatro elementos:
1- en muchas ocasiones, las complejas interacciones son más fáciles de modificar que las interacciones simples (jerarquía/agresión por miedo)
2- la demanda real de los propietarios puede ser muy diversa, puede tratarse:
– de eliminar el trastorno
– de autorizar el trastorno
– de legitimar el trastorno
– de mostrar el otro trastorno, el que no es el motivo de consulta, y que no concierne obligatoriamente al perro.
3- es muy a menudo necesario preferir la solución escogida por los propietarios:
– ello los valoriza
– es más fácil de aplicar
– los propietarios pueden implicarse más eficazmente.
4- Los propietarios han decidido consultar porque los inconvenientes de la situación empezaban a ser más importantes que el placer que obtenían. La solución que escogerán puede ser la que les permitirá ir en sentido contrario al límite placer/disgusto, sin por ello tocar el fondo del problema.
4- Evaluamos los cambios obtenidos y mejoramos o modificamos eventualmente la terapia Puede ser muy útil presentar el elemento terapéutico que proponemos como una etapa terapéutica, la cual de todas maneras "será siempre una fuente de información