Los eosinófilos son otro tipo de glóbulo blanco que desempeña un papel importante en la respuesta inmunitaria, aunque con funciones diferentes a las de los neutrófilos.
Principales características de los eosinófilos:
Abundancia:
Representan solo del 1-6% del total de glóbulos blancos en la sangre.
Funciones:
Respuesta a parásitos: Los eosinófilos se activan y aumentan su número en respuesta a infecciones por parásitos.
Reacciones alérgicas: Juegan un papel clave en las respuestas alérgicas, liberando sustancias que promueven la inflamación.
Combate de tumores: Pueden contribuir a la destrucción de algunas células tumorales.
Morfología:
Gránulos citoplasmáticos: Contienen proteínas y enzimas que les dan una apariencia granulada cuando se tiñen.
Núcleo bilobulado: Tienen un núcleo con dos lóbulos.
Producción y vida útil:
Producción en médula ósea: Al igual que los neutrófilos, se producen continuamente en la médula ósea.
Vida más larga: Los eosinófilos pueden sobrevivir varios días en la circulación sanguínea.