El gato en la vida salvaje, es un cazador solitario exclusivo. Con el transcurso de los milenios ha adquirido particularidades específicas las cuales continúan hoy en día siendo poseedor tanto en el plano del comportamiento alimenticio, como en las exigencias nutricionales específicas múltiples y estrictas. Por lo tanto resulta que: “el gato no es un perrito y menos aún un hombre”.
En las características del comportamiento alimenticio, supuestamente originario del desierto, es un bebedor sobrio (nunca debe faltarle agua fresca y limpia), lo cual lo expone más que a otros animales, a riesgos de deshidratación
y a accidentes de urolitiasis ( síndrome urológico felino o enfermedad del gato tapado), con respecto a las orinas concentradas la prevención impone una muy buena dosificación y un excelente equilibrio mineral en la ración.
Es también un consumidor medido y prudente del tipo “picador” tendiente a tomar varias comidas durante el día a diferencia del perro que es del tipo “devorador”.
El gato posee un agudo sentido del gusto, fino degustador, gourmet, el gato es muy sensible a las cualidades organolépticas de sus alimentos y entre ellas sobre todo el olor. De hecho el sentido del gusto del gato parece ser más agudo que el del perro.
Frecuentemente picotean su comida durante un período de varias horas en lugar de consumir una ración de comida de una vez.
Este "picoteo" a veces se interpreta como un signo de que es delicado o disgusto por cierta dieta.
Los gatos poseen un sistema digestivo simple, pero necesitan un balance correcto en los nutrientes de la dieta, tiene que existir un balance adecuado de proteínas de carne, carbohidratos, lípidos, vitaminas y minerales.
Los gatos necesitan un más alto nivel de proteínas y un equilibrio nutritivo diferente del de los perros. Los gatos además requieren un aminoácido esencial, la taurina, en sus dietas mientras que los perros no.
De hecho, el gato es el único mamífero conocido que no puede sintetizar la suficiente taurina para cubrir sus necesidades metabólicas. Un nivel insuficiente de taurina puede resultar en degeneración de la retina y también puede conducir a una cardiomiopatía, una enfermedad del músculo cardíaco.
Una ración equilibrada de origen natural o balanceado comercial de buena calidad (premium), le dará al minino un pelaje saludable y brilloso, buen tono muscular, ojos limpios y brillantes, huesos fuertes y un alto nivel energético.