La ansiedad en el animal es considerada según Pageat como un estado patológico y es definida como "un estado reaccional caracterizado por un aumento de la probabilidad de desencadenamiento de reacciones emocionales análogas a la del miedo, en respuesta a cualquier variación del medio interior o exterior. Se observará una desorganización de los auto-controles y una pérdida de adaptabilidad a cualquier variación del medio ambiente".
En el gato, la ansiedad y el stress están intimamente relacionados con la adaptación a una situación nueva como por ejemplo: una mudanza, la llegada de una nueva mascota, nacimiento de un bebé o visitas extrañas, mala relación con algún integrante de la familia, soledad, etc.
También existen causales como enfermedad, obesidad, parásitos, procedimientos quirúrgicos, fallecimiento de su tutor o viajes prolongados. Siempre es conveniente consultar al profesional si la causa del malestar del gato no es producida por una molestia ocasionada por una enfermedad u otro trastorno de tipo orgánico, una vez descartada estas posibilidades se determinará que el problema es comportamental.
Los
signos manifiestos en este estado son agitación, dilatación pupilar, posición enroscada, pérdida de pelo, higiene excesiva (dermatitis sicogénica), agresividad, marcación de territorio dentro de la casa, deposiciones urinarias o de materia fecal fuera de la bandeja, Rolling Skin Syndrom, (onda que rueda bajo la piel de adelante hacia atrás), se presenta muy a menudo en las manifestaciones de ansiedad del gato en departamento.
En algunas razas como el siamés y el birmano, pueden morder en forma obsesiva lana u otro tipo de tejidos.
Un gato ansioso estará nervioso, encogido en el suelo, el jadeo, la dilatación pupilar y la pérdida de pelo son respuestas frente a una situación stresante.
Un gato habitualmente plácido y afectuoso, en forma súbita, puede comportarse en forma agresiva, arañando y mordiendo a su dueño, si esto sucede, generalmente existe una buena razón, puede ser que no se encuentra bien de salud y está molesto, si no es así, se está frente a un problema de comportamiento.
Un gato también puede volverse agresivo y destructivo por aburrimiento cuando permanecen mucho tiempo solos y estaban acostumbrados a tener una interacción muy cercana con su tutor.
El gato puede marcar el territorio dentro de la casa si sufre stress, provocado por cambios en la rutina diaria o por la la llegada de otro animal a la casa, también esta situación ocurre cuando se ejecuta una profunda limpieza del hogar o cambios de mobiliario y son "lavadas" las marcas feromonales que los gatos realizan refregando su cara ( marcas faciales) sobre lugares determinados de la vivienda, este tipo de marcaje inhibe al otro más "sucio" que es el de orinar en forma de "spray" superficies verticales, al desaparecer las marcas faciales, el animal tiende a reemplazarla con emisiones de orina, de esa manera "recupera su territorio".
El gato defeca u orina fuera de la caja y sí está sano, se deberá buscar la causa que desencadena ese comportamiento, no hay que regañar ni pegar al animal , se deben ofrecer más bandejas sanitarias, colocar la comida en el lugar que hace las deposiciones, todas tareas alternativas de ayuda hasta que se encuentre la verdadera causa de la patología comportamental y se elimine o se realice una corrección del factor desencadenante.
La
dermatitis sicogénica es provocada por un aseo exagerado, un lamido compulsivo y mordisquiando continuamente alguna zona de su cuerpo sin razón aparente alguna; esto puede originar problemas de piel como dermatitis, eczemas, inclusive alopecía (zonas sin pelo) y lesiones autoinfligidas que pueden llegar a ser verdaderas automutilaciones.
Todas estas conductas compulsivas tienen que recibir el tratamiento adecuado para cada caso en particular y la situación en que se desarrolla, generalmente, el profesional especialista en etología (ciencia que estudia el comportamiento animal) busca una solución al problema mediante cambios conductuales del comportamiento en conjunto con el tutor y se complementa con la administración de fármacos ansiolíticos que varían según la patología comportamental a tratar.
Cubil de aislamiento o "santuario"
No olvidar que los gatos necesitan "su" lugar de aislamiento donde ciertos momentos del día o noche, desean estar solos y relajados en un lugar que se sientan protegidos y aislados, generalmente, eligen lugares altos y cerrados, si es posible, se le debe construir un "santuario" en algún lugar de la casa donde ellos se sientan más cómodos y protegidos de ruidos, otros animales, personas, etc.
Debe ser un cubil bien cerrado, en penumbra, abrigado y en un lugar alto, se cree que los gatos prefieren los sitios altos por el hecho de que se sienten más seguros, "dominan" todo el lugar y tienen una visión más amplia del ambiente.
Al "santuario" se lo puede embellecer con unos toques decorativos, ponerle algunos de sus juguetes preferidos, también este tipo de "cueva" puede ayudar al relajamiento o escondite de los gatos en algún momento que ellos se sientan incómodos con la situación que ocurre en la casa, como visitas, niños jugando, ruidos, albañiles, gente que habla fuerte, movimientos de cambios de muebles o llegada de algún nuevo electrodoméstico, fiestas, o sea todo que rompa lo que ellos consideran un "hogar tranquilo", esta prevención puede ayudar a evitar una situación de ansiedad y stress, desencadenado por algunas de las razones anteriormente nombradas.
:
Pageat, P.: Presidente del G.E.C.A.F. (Groupe d'étude du comportement des animaux familiers)
Traducción: MVZ Stéphane Meder V.
Manual del cuidado del Gato: Andrew Edney, Editorial Javier Vergara.
Menassé, V.: El Libro del Gato.
Enciclopedia EL GATO: Editorial Planeta – DeAgostini.
Autor: MV Enrique L Fernández De Vanna