Es una levadura (hongo unicelular) bastante frecuente en caninos y poco en gatos. En general lo encontramos como responsable de muchas otitis externas con una típica secreción de un cerumen amarronado con un olor característico (rancio).
También puede ser contaminante de lesiones en la piel acompañando cuadros alérgicos , infecciones bacterianas o en animales en tratamientos con corticoides, el síntoma principal en este caso es la picazón (prurito) con lesiones amarillentas y que se descaman.
Se llega al diagnóstico como en los otros casos de micosis por cultivo u observación al microscopio de una muestra del cerumen del oído
Generalmente con la observación microscópica se puede diagnosticar, de lo contrario, hay que hacer un cultivo.
El tratamiento se basa en lavajes óticos con clorhexidina o iodopovidona 2 veces por día y colocar miconazol (es la droga de elección), mínimo 4 semanas. Cuando desaparecen las levaduras continuar 10-15 días más. Se pueden utilizar otros antimicóticos a consideración del Médico Veterinario.
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