El Bull terrier miniatura, aun siendo de pequeño tamaño, está dotado de una fuerza y un valor extraordinarios por lo cual este simpático "terremoto" es, a menudo, utilizado como óptimo perro de guardería que no teme peligros de ninguna especie. De él se dice que está alerta incluso cuando duerme y que es capaz de realizar cualquier sacrificio con tal de serle útil a su amo. Excelente también para la caza de ratones y de animales dañinos, se adapta mal a convivir con otros perros.
También a los ojos del profano aparece clara la descendencia de este pequeño perro del más grande Bull terrier, debido a que las características de raza son muy similares. La selección del Bull miniatura se inició hacia fines del siglo XIX por parte de un grupo pequeño de apasionados que, partiendo de algunos Bull terrier miniatura
Bull terrier de tamaño más pequeño, obtuvieron en poco tiempo este perro en miniatura que, sin embargo, conserva intactas las características de coraje y fuerza de su antecesor. Ya a caballo entre los dos conflictos mundiales, su difusión en Inglaterra era bastante grande pero aumentó todavía después de 1945, cuando comenzó a extenderse por otros países como Alemania, Suecia, Dinamarca y Estados Unidos de América. En estos lugares, su presencia se debe al esfuerzo de algunos pocos apasionados criadores.
El Bull terrier miniatura tiene el mismo estándar que su pariente de mayor tamaño, con la única diferencia, obviamente, de la alzada a la cruz que nunca debe superar en el macho los 35,5 cm. El tamaño más reducido no hace sino acentuar todavía más la impresión de fuerza, solidez y compacidad.
El estándar de Bull terrier miniatura es idéntico al del Bull terrier, salvo en lo relativo a la alzada a la cruz, que no debe superar los 35,5 cm., y al peso, que nunca tiene que sobrepasar los 9 kg.
ALIMENTACION. Las necesidades alimenticias para el Bull terrier miniatura, en el ejemplar adulto y en condiciones de inactividad, están comprendidas entre las 680 y las 710 Kcal. diarias. Para los ejemplares con una gran actividad física consistente en largos paseos y en carreras que con frecuencia son estimuladas por sus propietarios, la aportación en Kcal. diarias debe incrementarse.
ENFERMEDADES. Se presenta a menudo en los ejemplares que han llegado a la madurez, un exceso de calorías que va acompañado de un insuficiente y desproporcionado ejercicio físico (es decir, que estos ejemplares, ahora perezosos, continúan siendo alimentados como si aún desarrollaran una gran actividad). Esto, naturalmente, conduce a la obesidad con los consiguientes problemas articulares, discopatías, artritis, insuficiencia cardíaca y hepática, predisposición a la diabetes