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Razas

Samoyedo

No es muy grande y posee una capa blanca o de color marfileño que, de cachorro, lo hace aparecer como un liviano copo de algodón. De carácter tranquilo, gentil, noble y obediente, vive por lo general en la casa, requiriendo sólo algún paseo, un poco de alimento y alguna cepillada para mantener su capa limpia y en forma. No es mordedor y poco se parece al perro que en un tiempo era empleado para tirar del trineo, como guardián de los rebaños o como cazador de focas o morsas.
Este perro toma su nombre del pueblo (de origen mongol) denominado precisamente samoyedo, que vive junto al mar Artico cerca del mar Blanco, en las regiones nord-occidentales de Siberia. Durante siglos, este pueblo lo ha utilizado para tirar del trineo durante sus largos desplazamientos, empleándolo al mismo tiempo como útil y hábil auxiliar para la caza del lobo, del zorro y de la morsa. El Samoyedo desciende del lobo boreal, que vivió hace muchos milenios y que en su aspecto general se le parecía mucho. Al encontrarse en un clima tan difícil y en condiciones a veces extremas, ha adaptado sus características al ambiente natural. Su continuo contacto con el hombre durante la caza, los desplazamientos y las larguísimas noches polares, han hecho que creciera en perfecta simbiosis con él, hasta el punto de dedicarle al amo toda su atención y demostrarle una obediencia casi morbosa que aún hoy conserva. Su difusión, primero en Europa y después en América, se debe a los primeros exploradores polares que, de vuelta de sus viajes, llevaron consigo a Inglaterra algunos ejemplares de este perro. Era el año 1889 y desde entonces, precisamente por sus características morfológicas y por su carácter dulce y afectuoso, el Samoyedo se extendió rápidamente en Gran Bretaña, donde es criado con particular cuidado y atención, prosiguiendo a continuación las importaciones de Siberia y de Rusia para mejorar la sangre. Aun hoy puede decirse que los mejores Samoyedos son justamente aquéllos de los criaderos ingleses, incluso habiéndose desarrollado esta raza en todos los países europeos y en América del Norte. Numerosos ejemplares están presentes en muchas exposiciones caninas donde continúan despertando el interés de un público siempre mayor. En varios países también se organizan interesantes carreras de trineos que hacen revivir, en estupendos paisajes alpinos, las gestas a veces legendarias de los pueblos polares y de sus perros. Suecia, Finlandia, Alemania, Austria y Suiza son los principales promotores de estas competiciones que son seguidas con interés por miles de apasionados que profesan una pasión casi futbolística por los "tiros" más conocidos y por sus conductores. Sería auspiciable, que este tipo de espectáculos tuviera una mayor difusión en otros países donde comienza a existir un notable parque de ejemplares de las diferentes razas nórdicas, de manera de hacerle conocer al gran público cómo estos perros, a menudo considerados como de compañía, son fuertes y vigorosos y cómo durante siglos, han sabido servir a su amo en condiciones ambientales realmente extremas, contentándose con un poco de alimento y una que otra caricia.

El Samoyedo es un perro de hermoso aspecto, fuerte, activo y dinámico cuyo peso, según el tamaño, puede variar de 20 a 30 kg. Su cabeza, como buena parte de los Spitz, es potente y con forma de cuña. La capa con subpelo muy apretado e impermeable y pelo exterior duro y recto, es generalmente blanca y en ella sobresalen netamente los ojos de color oscuro, la trufa lo mas negra posible y las hendeduras labiales también negras: el conjunto le confiere a este perro una simpática expresión. Al desplazarse, lo hace con pasos demasiado largos pero rápidos que demuestran una gran soltura. La cola larga e imponente, la lleva enrollada sobre el dorso cuando se desplaza o está en atención.

Altura y peso. Alzada mínima a la cruz: machos 52,5 cm., hembras 45,5 cm. Peso: machos de 20 a 30 kg., hembras de 17 a 25 kg.

Cabeza. Potente, en forma de cuña, con cráneo ancho y plano. Trufa negra o marrón oscura. Labios negros. Hocico de mediana longitud, bastante puntiagudo. Mandíbulas fuertes, bien adaptadas a los dientes.

Ojos. Oscuros, bien separados, profundos.

Orejas. No muy largas, separadas entre sí, ligeramente redondeadas en el extremo.

Extremidades anteriores. Rectas y musculosas, con buena osamenta.

Cuerpo. Tórax ancho y profundo. Costillas muy arqueadas. Dorso de mediana longitud, ancho y musculoso.

Extremidades posteriores. Muy musculosas. Metacarpos caídos.

Pies. Un poco planos y alargados, ligeramente separados. Plantas recubiertas de pelo.

Cola. Larga e imponente, el perro la lleva sobre el dorso cuando está atento y a veces baja cuando está en reposo.

Pelaje. Duro, recto, carente por completo de rizos. Subpelo corto, suave y apretado. Color blanco puro, blanco y marfileño.

ALIMENTACION. Las necesidades alimenticias en los machos varía según el peso de 1.300 a 1.700 Kcal. diarias y en las hembras de 1.100 a 1.450. Para los ejemplares que viven en condiciones climáticas de los países nórdicos, los valores arriba indicados se incrementan notablemente. Mucha atención deberá ponerse en el suministro de complejos mineral-vitamínicos durante los primeros meses de vida y que no deberá descuidarse durante todo el ciclo biológico.

LOS PRIMEROS MESES. Animal de sangre lupina, el Samoyedo parece mantener, como otros perros nórdicos, ciertas características que lo diferencian de los perros que descienden del chacal: reservado, sensible, poco propenso a manifestaciones afectuosas excesivas, es capaz, sin embargo, de expresarle, en forma particular, fidelidad a su amo. Bajo ciertos aspectos, el modo de vivir de este perro es similar al del gato que tiende a crear una vida propia, pero al mismo tiempo integrada con la del amo. De extrema importancia para el propietario, es mantener relaciones continuadas en el período que va del quinto al sexto mes de vida del perro: durante esa etapa se verifica ese mecanismo que técnicamente es denominado "inprinting", y durante el cual el animal se encariña, por toda la vida con su amo.

CUIDADOS DIARIOS. El cuidado de la capa y de la piel, están directamente relacionados no sólo a una alimentación equilibrada sino también, a condiciones de vida higiénicamente buenas que ofrezcan al perro, la posibilidad de realizar largos paseos y de vivir al aire libre en un espacio relativamente amplio. El uso de un cepillo con púas metálicas, que debe ser periódicamente inmerso en una solución desinfectante, es una garantía para la salud del pelaje y de la piel.

CON EL VETERINARIO. Por norma los espolones son amputados inmediatamente después del nacimiento.