DEFINICION
Se define como interacción cualquier comportamiento de un emisor que tiene una probabilidad distinta del azar de ser seguido de una modificación que pueda observarse del comportamiento del receptor.
Se define como comunicación cualquier interacción durante la cual señales han podido identificarse.
La comunicación aporta en consecuencia al receptor una información que será tratada en función del interés que el receptor va a otorgarle. El lazo afectivo máximo entre la madre y su camada es uno de los factores que favorece la transmisión de informaciones. Durante el período neonatal, la calidad de la comunicación entre la madre y la camada condiciona la existencia.
En el marco de la comunicación entre perros, emisor y receptor pertenecen a la misma especie. Veremos que una parte importante de esta comunicación pasa por vías que escapan a la observación primaria.
LOS MEDIOS DE COMUNICACION
LA EMISION
Todo el cuerpo del perro está implicado en la emisión de señales que sirven para comunicar intra-específica.
Distinguiremos entre emisiones voluntarias y señales involuntarias.
LAS SEÑALES INVOLUNTARIAS
Nos informan esencialmente sobre el estado emocional del individuo.
Pueden ser de diferente naturaleza:
emisiones olfativas y feromonales
Son producidas por las glándulas faciales, podales o peri-anales.
Pero se encuentran también en la orina, en las secreciones vaginales y en el sebo. Totalmente ajenas al control del animal, pueden traicionarlo en una interacción con un congénere quién va a darse cuenta del estado emocional – por ejemplo el miedo.
emisiones sonoras no vocales
Constituidas por jadeos y tronar de dientes, son igualmente manifestaciones incontroladas directamente ligadas al estado emocional.
emisiones visuales
Algunas manifestaciones emocionales ofrecen resultados visibles para el que sigue en comunicación. La piloerección, la midriasis son índices corporales visibles que van a dar la tonalidad de la interacción, o reforzando una actitud agresiva o una actitud de sumisión.
LAS SEÑALES VOLUNTARIAS
emisiones sonoras vocales
Son el único instrumento de comunicación a gran distancia
Pueden ser constituidas por gañidos, aullidos, grito agudo, gruñidos y ladridos.
– muy importantes en el período neonatal y de transición, en un medio natural, las vocalizaciones disminuyen mucho con la edad y juegan papeles menores en la comunicación entre perros. La vida del ser humano parece haber aportado una modificación que trae aparejada consigo la persistencia de las vocalizaciones como soporte de la comunicación.
– Existe una influencia genética clara en cuanto al empleo de las vocalizaciones tanto en cantidad como en calidad. Citaremos al caniche de entre las razas más ladradoras cuando que en cambio las razas asiáticas son casi mudas. Las razas nórdicas emplean con más frecuencia los aullidos, forma de vocalización arcaica.
– No existe un diccionario de producciones vocales. Sin embargo cualquier cliente atento nos platicará que puede reconocer el ladrido de su perro en relación con otro perro, un gato, una persona amiga, una persona desconocida o un elemento hostil. En la cacería en jauría, los picadores pueden de manera más fina aún decir a distancia si los perros se han perdido, si siguen la huella de un joven ciervo o de uno más viejo o aún más de una cierva.
Las producciones vocales voluntarias pueden servir para coordinar una cacería en grupo pero llegan también muy a menudo a apoyar una postura muy específica como el ladrido "feliz" asociado a la postura del juego o el gruñido asociado a la mímica de amenaza dientes descubiertos, orejas apuntadas, pecho abombado.
Como buenos técnicos en comunicación se percibe que el animal envía señales en diferentes canales (visual, auditivo y olfativo) cuya coherencia va a constituir toda la fuerza del mensaje.
posturas específicas
Son producciones comportamentales motoras y voluntarias destinadas a ser vistas.
Requieren de un aprendizaje, están constituidas de mímicas y de posturas organizadas y secuencias fijas. Por ejemplo, caminar lento, pecho por delante, orejas apuntadas, mirada en dirección del tren posterior va a ser un comportamiento de encuentro que indica rápidamente al protagonista que el animal se siente dominante en la interacción.
La exhibición de los órganos genitales, durante micciones de marcaje, con la pata levantada lo más alto posible con un gran esfuerzo de descaderamiento es también una postura de dominancia.
Generalmente fundadas sobre actos ligados a funciones esenciales de la vida, los rituales pierden su función vital para adquirir una de comunicación.
Se citará la postura de sumisión, aprendizaje basado en el reflejo peri-anal de eliminación. La madre voltea a los cachorros de un golpe con el morro y desencadena la emisión de excrementos por lamido de la zona peri-anal. En el período de socialización, posteriormente en la edad adulta el perro va a ejecutar frente a un dominante la misma secuencia de volteo señalando una sumisión completa y en consecuencia desencadenará una inhibición del ataque en el adulto.
Se puede también evocar el reflejo del mordisco o el lamido de las esquinas de los labios, basado en la demanda de regurgitación durante el período de transición que es igualmente ritualizado en señal de sumisión.
LA RECEPCION
La recepción implica al equipo sensorial del perro del cual se sabe que es más desarrollado que el del humano por el oído y el olfato y cualitativamente diferente para la vista.
La vista
La retina del perro es rica en barras, que le permiten ver en una casi penumbra y lo capacita para la cacería en circunstancias donde la luminosidad es débil. Esta conformación de la retina le permite al perro distinguir muy bien los detalles a una distancia superior a 25 cm. Estará entonces apto para detectar en sus compañeros de comunicación micro-señales no verbales.
Por otra parte el perro tiene un campo de visión más amplio lateralmente, esto tiene mayor importancia en las interacciones perro-humano que en la comunicación intra-específica.
El oído
Las posibilidades acústicas son muy amplias de 65 Hz a 15000 Khz, el perro escucha sonidos que no escuchamos (ultrasonidos).
El olfato
Con sus 160 m2 de superficie receptora de olores y feromonas contra nuestros 5 cm2 los perros perciben infinitamente más olores de los que nos podemos imaginar. Poseen un equipo complejo que asocia los quimioreceptores de las cavidades nasales, el órgano de Jacobson ú órgano vomero-nasal y las papilas gustativas. Una señal va en consecuencia poder ser analizada mediante el olfato, el flehmen o el gusto y con frecuencia por la combinación de dos de estas tres posibilidades según que es olfateado o probado.
El tacto
El tacto es cronológicamente el primer sentido en el cachorro y es en este momento de vital importancia en lo que no hay que considerar más como un tropismo que permite vivir sino como una verdadera comunicación.
En el adulto el sitio del sentido táctil parece concentrado en las "vibrisses" situadas sobre el hocico, las cejas y el mentón. Le permiten al perro explorar un objeto o seguir el relieve del suelo pero no cumplen con un papel en la comunicación.
Las estructuras que menos se conocen y repartidas sobre todo el cuerpo intervienen en cambio en la comunicación intra y extra-específicas (caricias, lamido…).
Como las producciones vocales voluntarias viene a reforzar un mensaje visual, se puede pensar que la comunicación táctil viene a subrayar y reforzar los mensajes olfativos y feromonales.
Nuestro animal quién es nuestro mejor compañero vive en un mundo sensorial por completo distinto del nuestro.
Tabla-resumen
Emisión
Recepción
Señal
estatus
sitio
indicación
Feromonas
glándulas peri-anales
glándulas podales
glándulas faciales
secreciones
(urinarias, vaginales, sebo)
Emisión
no
voluntaria
cavidad nasal
órgano vomero-nasal
receptores gustativos
estatus emocional
Emisiones sonoras
vocales
ladridos
gañidos
aullidos
gruñidos
maullidos
tos
grito agudo
no vocales
jadeo
choque de dientes
Emisiones
voluntarias
emisión
no
voluntaria
oído
muy eficaz
entre 65 Hz y 15000 Hz
comunicación
de larga
distancia
armonización del grupo
sostén de una postura
estatus
emocional
Señales visuales
elementos morfológicos
manchas
escudo
movimientos emocionales
piloerección
midriasis, miosis
temblores
sobresaltos
movimientos específicos
posturas
mímicas
rituales
emisión
no
voluntaria
Vista
visión de los colores
visión de detalles situados
a d>25 cm
buena visión
en luz débil
percepción del
movimiento
campo visual 80-100º
estatus
emocional
valoración
del blanco (target)
estatus emocional
reconocimiento
específico
cohesión
del grupo
Señales táctiles
frotarse
emisión
voluntaria
Morro, "Vibrisses"
mentón,
hocico
cejas
comunicaión
neonatal
exploración
FUNCIONES DE LA COMUNICACIÓN
RECONOCIMIENTO ESPECIFICO
La primera función de la comunicación es permitir el reconocimiento específico.
Esto es válido para cualquier especie. Durante períodos sensibles, va a constituirse un fenómeno de impronta que puede ser considerado como una hiper-comunicación modificando de manera profunda y duradera el comportamiento del receptor indicándole quiénes son sus compañeros privilegiados de apego (padre o parientes), de juego (hermanos) y de atracción sexual.
Una vez esta impronta hecha, es necesario que los compañeros de una misma especie puedan llegar a encontrarse sea con fines sociales o sexuales y para ello diferentes sistemas pueden ser empleados enmascarando en particular las particularidades morfológicas evocadoras de agresión. Este reconocimiento específico incluye comportamien-tos de cortejo que permiten el apareamiento de la pareja, los gestos de sumisión, de recepción y de apacigua-miento y las señales que establecen y sostienen el
contacto.
Todos estos comportamientos son basados en rituales, comportamientos al servicio de la función comunicativa. Recordemos algunas características de los rituales:
el comportamiento atraviesa por un cambio de función
puede perder su motivación original
los movimientos van a ser a la vez simplificados y amplificados
el comportamiento va a ser estereotipado en su intensidad ("intensidad típica de Morris")
En el perro, esta comunicación es muy importante y el conocimiento de los diferentes rituales específicos va a permitir apreciar la calidad del desarrollo de un cachorro. En efecto podemos decir que la ontogénesis recapitula la filogénesis: los rituales que se han desarrollado en una especie bajo presión de la selección durante la evolución deben ser reaprendidos para cada individuo. La ausencia de algunos de estos rituales va a señalar el defecto de identificación. En cambio, un perro que presenta un buen ritual de recepción y de presentación hacia sus congéneres, sabiendo o someterse o interrumpir su agresión frente a una postura de apaciguamiento y ofreciendo sus comportamientos de cortejo a compañeros de su especie indica un desarrollo comportamental correcto y el origen de los trastornos comportamentales si los presenta debe de identificarse en el contexto actual más que en las primeras semanas de vida.
COHESION DEL GRUPO
Después de haber permitido a cada especie reconocerse, la segunda función de la comunicación es permitir la cohesión del grupo en varios casos. Esto es particularmente cierto en los animales sociales como los perros.
Una sincronización del grupo es necesaria para reforzar su eficacia en acciones de cacería. En los cánidos salvajes, la unión hace la fuerza y los lycaons por ejemplo son susceptibles mediante estrategias concertadas matar leones. Esta comunicación recurre a producciones vocales y a posturas.
Desempeñando un papel mayor de inhibición de la agresividad en las especies sociales depredadoras donde el armamento de cada una podría llevar a estragos, rituales específicos permiten la jerarquización del grupo, su estabilidad y una economía importante de combates al aportar una solución en situaciones conflictivas.
No solamente existen rituales propios a la especie que permiten la construcción y la permanencia del grupo pero otras son características del grupo. Tienen una verdadera virtud anxiolítica mientras son respetados y conocidos pero pueden ser un freno a la transplantación en otro grupo, jauría canina o familia humana. Constituyen las raíces del bienestar de cada individuo.
COMUNICACIÓN INDIVIDUAL
Para terminar, individualmente, la comunicación va a permitir a cada elemento del grupo manifestar intenciones y emociones. Voluntaria o involuntaria, cada emisión del individuo va a ser captada e interpretada por los otros miembros. Donde puede presentarse confusión o contrasentidos es cuando dos compañeros de comunicación no son de la misma especie, hay menos ambigüedad cuando el intercambio es intra-específico. Las producciones feromonales, visuales y eventualmente sonoras van a constituir un mensaje muy homogéneo y de fácil lectura para el compañero dotado del equipo sensorial adecuado. Esto permite comprender que la dominancia es una noción muy relativa la cual va a jugarse en cada encuentro por el enfrentamiento de dos mensajes emitidos.
Podemos tomar como ejemplo las posturas descritas por K. Lorenz
Este esquema ilustra en 9 croquis la expresión del perro en una situación de conflicto. Se sabe que en este caso, la actitud va a ser determinada por dos impulsos opuestos: la amenaza y la huida. El eje de a a g representa un aumento de la actitud de amenaza, el eje vertical de a a c la intención de huida. Más allá de los rituales evocados anteriormente, podemos darnos cuenta de la multitud de emociones que un perro puede expresar en las interacciones con sus congéneres.
LOS TRASTORNOS DE LA COMUNICACIÓN
ALTERACION DEL RECONOCIMIENTO ESPECIFICO
El reconocimiento específico está basado sobre el fenómeno de impronta. Algunas formas de criar perros llevan a privar estos de esta impronta específica. Animal social por esencia, ser de apego por vocación, el perro generalmente se impregna al ser humano. Tendremos entonces una ausencia de reconocimiento específico. La comunicación intra-específica va a ser en este caso enormemente perturbada. Los otros perros serán considerados como pertenecientes a otra especie, se podrán presenciar ataques intra-específicos sin fase de amenaza. Tendremos la confirmación de esta identificación abortada por la presencia de comportamientos de cortejo hacia compañeros humanos.
DESRITUALIZACION
En otros casos, la identificación habrá podido hacerse correctamente pero los rituales específicos no habrán podido tomar su sitio. Aún cuando se reconozca como un perro , el individuo no sabrá comunicar correctamente con su especie. Los cachorros separados precozmente de su madre y que no pueden aprender a su contacto los rituales de sumisión, de toma de contacto van a tener un lenguaje canino execrable. Al saber por ejemplo someterse, van a herir por no haber sabido encadenar el ritual de comunicación donde cada secuencia permite sincronizarse y evitar los daños.
Algunos perros en el transcurso de su vida van a ser transplantados de un grupo de perros a otro (perros de cacería, familia que adopta un animal poseyendo ya varios perros). Los rituales que habían sido adquiridos en su primer grupo y que le permitían vivir armoniosamente arriesgan con revelarse inoperantes y desencadenar estados de ansiedad. Esto puede llegar en algunas jaurías de perros corrientes hasta la muerte del intruso que no habla la jerga local.
En el marco de la desritualización, hay que citar para terminar el caso de perros de pequeño formato "amielados" por sus amos con cualquier motivo que impiden que tomen su lugar los rituales normales de recepción y eventualmente de sumisión frente a un perro grande. Pasando regularmente en situación superior, dopados por la potencia de los brazos de sus amos, estos perros desarrollan muy a menudo una agresividad hacia sus semejantes que va a voltearse contra ellos el día en que la persona no este para ayudarlos a huir…
DESTRUCTURACION DE LA COMUNICACIÓN INDIVIDUAL
AMBIGÜEDAD DEL MENSAJE EMITIDO
Algunas particularidades morfológicas (frente arrugada en algunos perros asiáticos, ausencia de expresión de los bull-terrier, gruñidos para algunos molossoides) van a manchar la comunicación de los parásitos. El receptor arriesga interpretar estas anomalías como una actitud agresiva y contestarla en consecuencia.
Otros perros, habiendo padecido una privación durante su desarrollo pueden expresar mensajes muy ambiguos con por ejemplo, la parte anterior indicando el miedo (actitud de huida, orejas abatidas hacia atrás) y la parte posterior indicando felicidad (movimientos de cola, empuja los posteriores hacia adelante). El perro compañero va a recibir un doble mensaje contrario y va manifestar él mismo una actitud a menudo ansiosa frente a esta cosa rara.
AUSENCIA DE AUTO-CONTROLES
Ligada a trastornos del desarrollo, una ausencia de auto-controles sensori-motores van a perturbar gravemente la comunicación de algunos perros. Arremetiendo sobre sus congéneres sin precaución, no saben pararse ante amenazas sin embargo claras, van a desencadenar agresiones ante esta falta de atención canina. Teniendo mayor dificultad para retener lecciones, arriesgan con acabar como los perros sin rituales por ser heridos por no haber sabido comunicar.
INSTRUMENTALIZACION
En algunas patologías, los animales van a reducir su secuencia de agresión a la sola fase de ejecución olvidando la fase apetitiva (de amenaza) para ir directamente a la mordida. Situación por completo anormal donde todas las leyes de la comunicación intra-específica y ritualizada son olvidadas y que atestiguan una evolución ya vieja del trastorno.
CONCLUSION
La comunicación entre perros es rica gracias al equipo sensorial muy sofisticado de esta especie. Correspondiendo al hecho de ser un animal social, el perro ha desarrollado además rituales de comunicación que le permiten una vida armoniosa en su grupo. El conocimiento de las bases de esta comunicación permite ubicar los trastornos que resultan de un desarrollo imperfecto o la perdida de las regulaciones.
BIBLIOGRAFIA
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