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Enfermedades Huesos y Músculos

Fracturas óseas

Fracturas en Perros

Introducción

Las fracturas óseas en mascotas son lesiones comunes que pueden ocurrir por diversas razones, como accidentes, caídas, o condiciones médicas subyacentes.

Cuando se ejerce una tensión anormal sobre el sistema esquelético, pueden producirse fracturas o roturas de huesos.

Todos los tipos de fracturas posibles y las correcciones adecuadas de las fracturas se describen mediante una terminología difícil.

Básicamente, nos referimos a fracturas no sólo en función del nombre del hueso roto sino también de las características de la propia fractura.

Tipos de fracturas

Hay cuatro fracturas que se observan comúnmente en el perro: cerrada, compuesta, epifisaria (placa de crecimiento) y en tallo verde (línea del cabello). Estos primeros tres tipos se pueden caracterizar además por si son fracturas simples en las que el hueso se rompe en sólo 2 o 3 pedazos, o fracturas conminutas donde el hueso se rompe en muchos pedazos.

  • Fracturas completas
    El hueso se rompe en dos o más partes
  • Fracturas incompletas
    El hueso está agrietado, pero no completamente roto (común en cachorros).
  • Fracturas cerradas
    Las fracturas cerradas son aquellas en las que el hueso no atraviesa la piel. El hueso está fracturado, pero la piel que lo recubre está intacta.
  • Fracturas abiertas
    Las fracturas abiertas son lesiones en las que el hueso  sobresale a través de la piel y queda expuesto al exterior.
    Las fracturas abiertas son riesgosas porque el material óseo pueden contaminarse con tierra y desechos, lo que provoca una infección.
  • Fractura oblicua
     La lesión tiene cierta inclinación sobre el eje mayor del hueso.
  • Fractura segmentaria
    Son aquellas en las que un segmento óseo se queda completamente aislado de los extremos. El mayor riesgo que presentan es la pérdida de la irrigación sanguínea.
  • Fracturas epifisarias
    Las fracturas epifisarias se observan comúnmente en los cachorros en crecimiento.
    En animales menores de un año, existen áreas blandas cerca de los extremos de cada hueso largo donde tiene lugar el desarrollo epifisiario.
    Estas áreas blandas se conocen como placas de crecimiento o placas epifisarias.
    Debido a que se trata de áreas de crecimiento, son ricas en células inmaduras no calcificadas que forman una zona blanda y esponjosa del hueso.
    Estas placas  se fracturan más fácilmente porque son la parte más débil del hueso.
    Los extremos distales del fémur (hueso del muslo) y el húmero (parte superior del miembro delantero) parecen ser particularmente susceptibles a esta fractura.
  • Fracturas en tallo verde
    Las fracturas en tallo verde son pequeñas grietas dentro del hueso que dejan el hueso básicamente intacto, pero agrietado.
    En otras palabras, el hueso no se rompe por completo.
  • Fractura Conminuta
    Fractura en muchos fragmentos relativamente pequeños.

Riesgos de las fracturas

Los síntomas y riesgos dependen de en qué zona y en qué medida está fracturado el hueso.

Las fracturas que afectan a una articulación son las más graves.

Una columna lesionada gravemente puede desplazar la médula espinal y causar una parálisis completa.

Sin embargo, todas las fracturas son graves y deben tratarse de inmediato.

Cuando sucede una  fractura, el perro generalmente levanta toda el miembro del piso. Con un esguince o lesión menor, puede usar un poco la pierna, pero camina rengueando.

Tratamiento

Al igual que en la medicina humana, se pueden utilizar férulas, yesos, clavos, placas de acero y tornillos para realinear el hueso y permitir la osificación.

El tratamiento depende del tipo de fractura, la edad del perro y el hueso fracturado.

Las fracturas compuestas en las que el riesgo de infección es alto se tratan de forma diferente que las fracturas cerradas.

Los cachorros en crecimiento pueden sanar en tan solo cinco semanas y, debido a su tamaño, el hueso soporta menos peso.

Por lo tanto, una fractura en un cachorro joven puede tratarse con un yeso, pero es posible que sea necesario “clavar” la misma fractura en un perro geronte, cuya curación puede tardar doce semanas o más.

Es posible que las fracturas leves solo requieran reposo, mientras que la intervención quirúrgica generalmente será necesaria en las fracturas más graves.

Una evaluación cuidadosa del profesional Médico Veterinario determinará el tratamiento adecuado.

Bibliografía

Fuente Imagen: istockphoto.com