Introducción
La osteopatía craneomandibular (OCM) es una enfermedad ósea de los perros en desarrollo.
Afecta a los huesos del cráneo, incluida la mandíbula (mandíbula inferior), las ampollas timpánicas (hueso que rodea el oído medio) y la región temporal (hueso del cráneo, que forma una articulación con la mandíbula inferior llamada articulación temporomandibular).
Las lesiones son bilaterales y consisten en agrandamientos irregulares de los huesos afectados.
Etiología (Causas)
Se desconoce la causa de la OCM. No tiene origen tumoral, ni es un proceso inflamatorio, es condición hereditaria en los West higland white terrier y también ocurre con mayor frecuencia en otras razas de terrier, incluidas las escocesas, Cairn terriers y Boston terriers.
También se ha informado en el Boxer, el Labrador Retriever, el Gran Danés y el Dobermann.
Sintomatología
Los signos de la enfermedad suelen aparecer entre los 4 y 8 meses de edad.
Hay inflamación mandibular, dificultad en la ingesta y dolor al abrir la boca.
Pueden babear y estar deprimidos. A menudo, la temperatura corporal fluctúa con el tiempo y la fiebre aparece en fases cada 10 a 14 días.
En los animales gravemente afectados, los músculos maseteros (aquellos implicados en la masticación) pueden atrofiarse y existir linfadenopatía.
Las radiografías (rayos X) demuestran engrosamientos irregulares de los distintos huesos faciales. Puede ser necesario sedar o anestesiar ligeramente al perro para obtener buenas radiografías, ya que es una condición dolorosa y es posible que no se quede quieto.
Diagnóstico
El Médico Veterinario generalmente puede hacer el diagnóstico mediante la obtención de un buen historial médico, un examen físico y radiografías.
En razas de perros que rara vez se ven afectadas, pueden ser necesarias biopsias para distinguirla de otras enfermedades que causan lesiones similares, como neoplasias , osteomielitis y osteodistrofia hipertrófica .
Tratamiento
Actualmente, no existe ningún tratamiento que altere la evolución de la enfermedad. La terapia suele tener como objetivo hacer que el animal se sienta más aliviado mediante el uso de analgésicos y antiinflamatorios como la prednisona.
Se debe proporcionar una nutrición adecuada y, en casos graves, puede ser necesario colocar una sonda de gastrostomía (estómago).
Pronóstico
El crecimiento óseo anormal se ralentiza a medida que el perro envejece y generalmente se detiene al año de edad.
En ese momento, las lesiones suelen tener una remisión, aunque algunos perros pueden tener trastornos permanentes para ingerir alimentos.
Si las lesiones afectan la articulación temporomandibular, puede resultar en una incapacidad permanente para mover la mandíbula. En algunos casos, la cirugía puede corregir parcialmente este problema.
Prevención
Dado que es una condición hereditaria en los West higland white terrier, los perros afectados, o con padres o hermanos con esta patología no deben tener descendencia. Dado que también puede heredarse en otras razas de terrier, los criadores deben evitar criar perros con esta condición.
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