Son toxinas producidas por un moho que crece en las nueces, en semillas y en las legumbres.
Aunque se sabe que las aflatoxinas causan cáncer en los animales, la Administración de Drogas y Alimentos (Food andDrug Administration, FDA) las permite a bajos niveles, ya que se consideran “contaminantes inevitables” de estos alimentos.
La FDA considera que el consumo ocasional de pequeñas cantidades de aflatoxinas ofrece poco riesgo durante la vida y no es práctico intentar quitar la aflatoxina de los productos alimenticios con el fin de hacerlos más seguros.