Es conocido el comportamiento independiente del gato, desde muy pequeños y durante el desarrollo de su vida, pero algunos ejemplares se manifiestan tímidos e introvertidos, esto último está relacionado durante la etapa de crecimiento con una incorrecta socialización que en el gato es más temprana que en el perro, es fundamental el período entre el mes y medio y los 2 meses, en esas tres semanas los gatitos adquieren progresivamente las características del adulto y sus capacidades a los estímulos sociales. Acrecientan sus actividades de juego, lo cual puede ser interpretado como un entrenamiento para adaptarse a la independencia que los espera, y antes aún, desde los 21 días son sensibles al tacto y hasta los 2 meses es fundamental las caricias, la relación con otros gatos y animales, que conozca diferentes personas, voces, ruidos, etc. Un gatito que no está acostumbrado a que lo levanten en brazos y que crece privado de la atención humana es muy probable que se convierta en un adulto tímido y cauteloso frente a las personas extrañas.
En el caso del gato tímido, provocado este comportamiento ya sea por haber sido poco atendido desde pequeño o maltratado, estos factores desencadenarán en el animal una actitud de correr a esconderse frente a un ruido inesperado o la aparición de una persona extraña al ambiente familiar.
Para tranquilizarlo no se debe correr tras él, sino esperar en forma paciente que se acerque, hablarle suavemente y si se deja hacerlo, acariciarlo pero sin movimientos bruscos ni ruidos fuertes, porque él percibirá como agresión cualquier acercamiento que no desee. Una vez que se ha dejado tomar, se lo puede elevar hacia una mesa, eso lo hará sentir más seguro, si se mantiene en posición erguida sobre él, se inimidará más y puede volver a esconderse, todo debe ser paulatino y con paciencia, con el tiempo el animal tendrá una conducta menos reservada y más confiada en las personas que lo acarician y lo tratan bien, luego se intentará para que socialize con personas extrañas, ruidos u otros tipos de factores de más movimiento que podrían asustar a un animal introvertido.
En el caso de estos animales es fundamental un refugio, o sea un lugar de aislamiento donde él se sienta seguro y protegido, este lugar debe ser, si es posible, alto, ubicado en un sector de la casa donde existe menos movimiento, tranquilo y en penumbra, donde él pueda refugiarse en momentos de stréss, podría ser un moisés para gatos cerrado (figura) o un compartimiento de algun mueble destinado para eso, cuidado!! con las puertas, podemos dejarlo encerrado en algún lugar sin saberlo.
Al "santuario" se lo puede embellecer con unos toques decorativos, ponerle algunos de sus juguetes preferidos, también este tipo de "cueva" puede ayudar al relajamiento o escondite de los gatos en algún momento que ellos se sientan incómodos con la situación que ocurre en la casa, como visitas, niños jugando, ruidos, albañiles, gente que habla fuerte, movimientos de cambios de muebles o llegada de algún nuevo electrodoméstico, fiestas, o sea todo que rompa lo que ellos consideran un "hogar tranquilo", esta prevención puede ayudar a evitar una situación de ansiedad y stress, desencadenado por algunas de las razones anteriormente nombradas.
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Pageat, P.: Presidente del G.E.C.A.F. (Groupe d'étude du comportement des animaux familiers)
Traducción: MVZ Stéphane Meder V.
Manual del cuidado del Gato: Andrew Edney, Editorial Javier Vergara.
Menassé, V.: El Libro del Gato.
Enciclopedia EL GATO: Editorial Planeta – DeAgostini.
Autor: MV Enrique L Fernández De Vanna