Los diseñadores de robots mascotas están librando una batalla sin fin para ofrecer a los consumidores un producto divertido y realista que sean interactivos con los humanos, en formas cada vez más reales, imitando el verdadero comportamiento de los animales de compañía, o incluso personas. Los investigadores en Taiwán están buscando crear un nuevo paradigma de diseño de un módulo de visión robótica que podría, algún día, reconocer expresiones faciales humanas y responder en forma adecuada.
Parte del problema es que el diseño de robots es muy lento, mientras que el ciclo de vida de los consumidores de cualquier producto es muy corto. Por otro lado, los prototipos fijos y de comportamiento repetitivo en los robots domésticos ya no es de interés ni entretenido para los usuarios más exigentes. Hoy en día, esperan y pretenden que sus mascotas robots sean tan perfectas como los "robots" que ven en las películas 3D y juegos.
Los investigadores, Wei-Po Lee , Yang Tsung-Hsien y Bing-Chiang , de Jeng of National Sun Yat-sen University , han trabajado sobre las redes neuronales para tratar de romper el ciclo de comportamiento repetitivo en los juguetes robot y dotarlos de las respuestas emocionales a varios tipos de interacciones.
"Hemos desarrollado un marco interactivo centrado en el usuario que emplea un enfoque basado en redes neuronales para la construcción de conductas primitivas y comportamientos determinados de los robots", explicó el equipo en el último número de la Revista International
of Modelling, Identification and Control
. Su evaluación del enfoque debería permitir a la construcción de un robot mascota emocionalmente más sensible que el diseño actual y de los actuales prototipos.
La construcción de criaturas artificiales totalmente autónomas con inteligencia similar a los seres humanos es un objetivo a muy largo plazo de diseños de robots y la informática. En el camino de dichas máquinas, dispositivos de entretenimiento en el hogar y servicios públicos, tales como mascotas virtuales expresadas en "Tamagotchi " y los robots domésticos de juguete como Aibo , el perro robótico e incluso la aspiradora robótica Roomba , ya se han desarrollado. Al mismo tiempo, la cultura popular de la ciencia ficción ha elevado las expectativas de los consumidores.
"Con las tecnologías actuales en computación y electrónica y el conocimiento de la etología (ciencia que estudia el comportamiento animal), la neurociencia y la cognición, ahora es posible crear prototipos de juguetes artificiales que actúan en el mundo físico," explica Wei-Po Lee y sus colegas de la Universidad Nacional Sun Yat-sen, Kaohsiung .
"Hay tres cuestiones principales a considerar en el diseño de robots, el primero es construir un sistema de control adecuado por el que pueda comportarse en forma coherente; el segundo es el desarrollo de movimientos naturales para que el robot pueda interactuar con una persona y la tercera es integrar respuestas emocionales y de comportamiento en la computadora del robot", explica el equipo
Los investigadores esperan abordar los tres temas mediante la adopción de un enfoque en la arquitectura basada en el comportamiento – usando una red neuronal – que podría permitir que el propietario de un robot mascota pueda volver a configurar el dispositivo para "que aprenda", o desarrolle nuevos comportamientos y al mismo tiempo garantizar el buen funcionamiento del robot mascota en tiempo real.
El equipo ha evaluado mediante la construcción de su sistema de control del robot para que haga varias tareas con éxito. Ellos, y un sinnúmero de otros equipos de investigación de todo el mundo, están trabajando actualmente en los módulos de visión para robots. La técnica aún no está totalmente madura, pero en última instancia, se espera que sean capaces de construir una mascota robot que pueda reconocer las expresiones faciales de su dueño y tal vez actuar en consecuencia. Este desarrollo tiene importantes implicaciones para los dispositivos interactivos, computadoras y robots funcionales del futuro.
Aunque se logren grandes avances en robótica, muchos creen que falta mucho tiempo para que reemplacen a una verdadera mascota, quizás nunca.
Fuente: Sciencedaily.com
Traducción y Adaptación: MV Enrique L. Fernández De Vanna
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