Introducción
La enteritis infecciosa puede ser causada por muchas bacterias y virus. Entre ellos se encuentran el parvovirus, el coronavirus, el rotavirus, la salmonellosis, el virus del moquillo y muchos otros.
La mayoría de estos microorganismos también afectan otras áreas anatómicas; sin embargo, algunos de sus principales signos de infección están asociados con el intestino delgado.
Sintomatología
La diarrea es el signo más común asociado con las enfermedades del intestino delgado. En la enteritis, la temperatura suele estar elevada.
Sin embargo, esto no siempre es así, especialmente en el caso de los virus. Suele detectarse un olor fétido característico de las heces.
Contrariamente a la creencia popular, no se puede diferenciar la diarrea causada por parvovirus de otras fuentes sin pruebas de laboratorio sofisticadas.
La diarrea por estas diversas causas puede tener un olor similar, puede ser de color verde y profusa.
Si la pared intestinal está dañada por la infección, también se puede notar sangre en las heces.
Si la sangre proviene de las primeras porciones del intestino delgado (duodeno), es posible que se digiera y tenga un aspecto negro o parecido al alquitrán. Si el sangrado ocurre cerca del colon, puede aparecer rojo.
Pronóstico
Cualquier perro con una infección intestinal debe considerarse enfermo, a veces gravemente. Dependiendo de la causa, el período de recuperación puede ser de días a semanas.
Ocasionalmente los perros fallecen, especialmente si tienen menos de seis meses de edad.
Los animales de todas las edades pueden desarrollar enfermedades como el parvovirus o el coronavirus, aunque la tasa de mortalidad es mayor en perros jóvenes y mayores.
La mayoría de los organismos son altamente contagiosos y un brote puede involucrar a muchos animales en el hogar y sus alrededores al mismo tiempo.
Tratamiento
Es posible que un ataque leve de enteritis infecciosa no requiera ningún tratamiento. El perro puede tener sólo una diarrea leve durante uno o dos días y luego recuperarse espontáneamente.
En casos más graves, el perro necesitará medicamentos para detener o controlar la diarrea.
La deshidratación es uno de los síntomas más importantes que deben tratarse.
Los nutrientes y soluciones hidratantes se administran por vía intravenosa o subcutánea hasta que el perro se recupera.
Los antibióticos son útiles si la causa es una bacteria. Los antibióticos también ayudan a evitar que las bacterias compliquen en forma secundaria enfermedades virales como el parvovirus.
En casos graves, para prevenir la deshidratación, también se pueden administrar medicamentos que ralenticen las secreciones y los movimientos del tracto intestinal (antidiarreicos).
El tratamiento exacto varía según la edad, la causa y la gravedad.
Fuente Imagen: pexels.com
