VERDADES Y MITOS SOBRE LO QUE HAN HECHO LOS VETERINARIOS (Conclusión)
1.- Los veterinarios desarrollaron el toxoide tetánico
Tal vez sea esta una de las más grandes contribuciones hechas por un veterinario a la humanidad. Gastón Ramon fue un veterinario francés graduado en Alfort quien, a instancias de E. Roux, comenzó en 1915 sus investigaciones que culminaron en 1923 con el descubrimiento de las anatoxinas. En otras palabras, inactivó las toxinas bacterianas mediante el tratamiento combinado de formaldehído y calor, obteniendo un producto que conservaba su poder inmunógeno. Paradójicamente este notable avance hecho por un colega terminó quitándole el trabajo a muchos veterinarios. Hasta ese momento en muchas instituciones del mundo se mantenían animales con la finalidad de obtener sueros hiperinmunes para combatir la difteria o el tétanos. A partir de Ramon muchos de esos animales ya no fueron necesarios y tampoco los veterinarios encargados de su atención y manejo. Ramon tuvo la gran honra de ser nombrado Director del Instituto Pasteur en 1939 y estuvo cerca de obtener el premio Nobel.
2.- Los veterinarios desarrollaron la primera jeringa hipodérmica
No puedo sustentar esta afirmación. En 1836 el médico francés G. Lafargue introdujo morfina bajo la piel mediante el empleo de una lanceta que forzó en posición casi horizontal. Ocho años después F. Rynd, médico irlandés, introdujo el uso de una aguja metálica para calmar el dolor de una paciente con neuralgia del trigémino. En 1853 el médico escocés Alexander Wood empleó una aguja metálica hueca para tratar nuevamente una neuralgia.
El único veterinario metido en la cuestión es el francés Tabourin que, allá por 1851, había desarrollado una técnica propia de aplicación de remedios por vía hipodérmica, que por lo extraña para nosotros bien merece que se la recuerde: se servía de una aguja de pasar sedales y, después de elegir un paraje del cuerpo abundante en tejido laxo, dando la preferencia a los espacios intercostales, dividía la piel con un instrumento cortante o con la misma aguja, con cuyo talón dilaceraba los tejidos subcutáneos formando una especie de bolsa de capacidad suficiente para alojar el medicamento que era vertido en forma líquida en la cavidad. Esta se cerraba con uno o dos alfileres o con unos puntos de sutura. Pese a que he leído que Tabourin creó una jeringa para inyecciones hipodérmicas, esta parece ser un mejoramiento de las ya existentes.
Finalmente un pequeño párrafo para Charles Gabriel Pravaz que suele ser llamado el "padre del método hipodérmico". Pravaz, médico de origen francés, usó jeringas desde 1851 pero sólo con fines experimentales y no para una medicación hipodérmica.
3.- Los veterinarios iniciaron la quimioterapia de la tuberculosis
William H. Feldman (1893-1974) graduado de veterinario en la Universidad de Colorado en 1917 fue el primero en aplicar la estreptomicina para combatir la tuberculosis. El hecho ocurrió en 1944 en la renombrada Clínica Mayo.
Sobre el antibiótico citado es bueno saber que Selman A. Waksman, quien aisló la estreptomicina, tuvo la modestia de reconocer la participación que en tal hecho había tenido el profesor veterinario Beaudette. En 1932 este le presentó a Waksman un cultivo muerto de bacterias de la tuberculosis aviar contaminado por un hongo. Beaudette le aseguró que el hongo era la causa de la muerte y le solicitó que profundizara la investigación. El veterinario, especialista en patología aviar, también aisló de un pollo afectado por una infección laringotraqueal el actinomiceto que más tarde le sirvió a Waksman para producir la estreptomicina. Waksman supo reconocer la ayuda de Beaudette otorgándole una pequeña parte de las ganancias que obtuvo.
4.- Los veterinarios desarrollaron los primeros medicamentos exitosos contra la Ancylostomiasis
El veterinario italiano Eduardo Perroncito (1847-1936) demostró el rol de los ancylostomas en la anemia de los mineros de San Gotardo. Al describir el ciclo biológico del parásito logró salvar muchas vidas gracias a que se pudieron establecer medidas profilácticas y terapéuticas.
5.- Los veterinarios establecieron la inseminación artificial
Es difícil fundamentar este aserto pues son varios los antecedentes de la IA que se pueden citar y no precisamente de veterinarios. Ya los árabes parecen haber usado la IA en equinos en el siglo XIV. Spallanzani en Italia en 1780 usó semen
canino fresco para inseminar una perra en estro directamente en el útero. Tres cachorros nacieron 62 días después. El mismo científico comprobó en 1803 que el semen de padrillo podía ser congelado y más tarde vuelto a temperatura normal conservando los espermatozoides su motilidad. Joan Hunter fertilizó exitosamente a una mujer en 1799 por medio de la IA. Sí es cierto que E. Ivanov condujo exitosamente sus estudios hasta perfeccionar en Rusia a partir de 1899 la técnica de IA aplicándola tanto a equinos como a vacunos y ovinos.
6.- Los veterinarios desarrollaron la primera anestesia epidural
Franz Benesch de Viena introdujo la técnica de la anestesia epidural en 1926 para aliviar el dolor y evitar la tensión que podía interferir con la asistencia manual del parto. Benesch también creó un fetótomo que tuvo amplia difusión en la primera mitad del siglo XX. Sin embargo fue en 1885 cuando James Leonard Corning (1855-1923) introdujo la técnica de la inyección epidural.
Debemos recordar que los avances en anestesia debidos a los veterinarios no se limitan a lo dicho. En 1835 William Sewell usó curare para tratar un equino con tétanos en el Colegio Veterinario de Londres. Aunque logró atemperar los síntomas de la enfermedad, el animal falleció a consecuencia de un cólico.
7.- Los veterinarios descubrieron el primer tumor a virus
Esto es bastante relativo, aunque por motivos que hacen al enunciado. En 1898 Sanarelli descubrió que la mixomatosis del conejo era producida por un "virus filtrable" y reprodujo la enfermedad hasta en perros. Pero tal vez no se quiso decir tumores sino neoplasias. Entonces hay que traer a la memoria que en 1908 Ellerman y Bang demostraron en Copenhague que la leucosis aviar podía ser producida a partir de filtrados libres de células. Bang, como ya se ha visto, era de los nuestros.
8.- Los veterinarios desarrollaron el primer electrocardiograma y la primera cateterización cardíaca
E. J. Marey (1830-1904) inventó en 1860 un esfigmógrafo para estudiar el pulso arterial y los cambios de presión. Trabajando con Chauveau (1827-1917) unieron los resultados aportados por un esfigmomanómetro con los de la cateterización cardíaca que efectuaron para obtener una prueba cardiográfica que registrara la secuencia de cambios físicos ocurrida dentro del corazón durante cada latido. En 1861 publicaron un registro gráfico del impacto precordial ocurrido simultáneamente con la sístole ventricular. Chauveau estableció la relación entre los dos principales sonidos cardíacos y la acción de las válvulas cardíacas. En 1924 Werner Forssmann, teniendo en cuenta estos trabajos de Chauveau y Marey, cateterizó su propio corazón. Por esto obtuvo en 1956 el premio Nobel.
Chauveau todavía estudió la patofisiología de las insuficiencias mitral y aórtica dañando las válvulas o seccionado sus inserciones. Después angostó la aorta y la arteria pulmonar mediante ligaduras para demostrar las consecuencias funcionales de la estenosis. Creó en 1862 un hemodromógrafo para registrar la variación de velocidad del flujo sanguíneo a través de las arterias coronarias del caballo durante el ciclo cardíaco. Además no debemos olvidar que en 1856 el mismo Chauveau demostró que los músculos empleaban glucosa. Esto se oponía a la creencia sostenida por Bernard de que sólo los pulmones la usaban. Estudió los efectos de la altura en el organismo basándose en sus propias experiencias cuando ascendió al Monte Blanco en 1866.
A todas estas afirmaciones he de agregar algunas que, aunque no figuran en la publicación que ha servido de referencia a estos artículos, considero sumamente importantes:
9.- Los veterinarios participaron en el desarrollo de la vacuna antituberculosa
En 1921 el médico Calmette y el veterinario Camilo Guerin inocularon el primer niño con una vacuna hecha a base del bacilo que fue bautizado con sus apellidos. Era un chico nacido de madre tuberculosa. Guerin era el asistente de Nocard y fue recomendado por este en 1897 cuando Calmette le solicitó un ayudante veterinario.
10.- Los veterinarios dieron aportes fundamentales al progreso de la neurología
El veterinario inglés William Sewell – como acotación digamos que era quáquero (de religión y no de gusto en cereales)- descubrió el canal central de la médula espinal en 1808. Fulgence Raymond (1844-1910), educado en Alfort, fue uno de los grandes fundadores de la neurología. Fue profesor de esa materia en la Facultad de Medicina de París y se lo considera el sucesor del gran Charcot. Saturnino Arloing (1846-1911) estudió la sensibilidad de los nervios periféricos y en 1875 descubrió que ciertas formas de neuralgia se evitaban seccionando el nervio afectado. En 1885 demostró los efectos excitatorios de la cocaína.
11.- Los veterinarios descubrieron las Nocardias
Nocard en 1888 aisló el germen de dicha enfermedad, responsable de la enfermedad zoonótica identificada como nocardiosis.
12.- Los veterinarios fueron los primeros en describir los REM
En 1796 el veterinario francés Chabert, egresado de Alfort, describió el sueño con movimiento ocular rápido en el ganado. En humanos recién en 1953 lo hicieron Eugene A. Serincky y Nathaniel Kleitman.
Si todo lo dicho no bastara para demostrar la trascendencia de nuestra profesión en el progreso de las ciencias médicas, acá va la perlita que acaba con cualquier duda:
Un veterinario descubrió la circulación de la sangre
¿Qué tal? Si con esta no le cerramos la boca a más de uno mejor sigamos charlando con nuestro gato. De todos modos siempre puede haber algún especialista en humanos que descrea del hecho, sencillamente porque su facultad todavía no está al día con las novedades de la Historia. Para ellos aquí va la explicación. Don Francisco de la Reyna, albéitar español nacido allá por el 1520, para unos en Zamora para otros en Burgos (no preocuparse por esto pues siete ciudades se disputan ser la patria de Homero y andá a tirarte contra la Odisea o la Ilíada), escribió en 1546 su Libro de Albeytería en cuya segunda edición de 1551 (pues de la primera no se conservan ejemplares) se puede leer por tres veces claras referencias a la circulación de la sangre. Si bien no tenemos la primera edición, igualmente se adelantó en dos años a su compatriota Servet, que publicó en 1553 su "Christianismi restitutio" y que después fue quemado en la hoguera por cuestiones de esta laya. De Harvey mejor ni hablar pues recién nació en 1577.
Finalmente la nota simpática:
Un estudiante argentino de veterinaria fue el creador de la gomina
Decía el viejo maestro Camilo Agripino Trefogli que Brancato había ayudado a dar brillo a muchas cabezas argentinas. José Brancato fue uno de los tres ayudantes de Química que comenzaron dictando las clases al inaugurarse el Instituto Superior de Agronomía y Veterinaria de la Chacarita en septiembre de 1904. También se anotó como uno de los primeros alumnos de la carrera de Veterinaria. Lamentablemente no llegó a recibirse pero su untuosa creación le redituó grandes beneficios económicos pues la gomina Brancato se mantuvo en el comercio como producto líder hasta por lo menos la década del 50.
Autor:
Osvaldo Antonio Pérez
Médico Veterinario, UBA
Licenciado en Historia, USAL
Profesor de Historia, USAL
oaperez@sinectis.com.ar
Asociación Argentina de Historia de la Veterinaria
http://www.asarhive.com.ar