Introducción
La rabia es originada por un virus. que afecta a todos los animales de sangre caliente, incluyendo al hombre. Se distribuye por todo el mundo, aunque algunos países ya la han erradicado: en América Uruguay, Barbados, Jamaica y varias otras islas del Caribe; en Asia Japón; varios países escandinavos, en Europa Irlanda, Gran Bretaña, Países Bajos, Bulgaria, España y Portugal, pero dentro de los países infectados puede haber áreas libres.
Existe la rabia urbana y la selvática, la urbana se observa en las grandes y medianas ciudades. el perro es el principal transmisor por mordeduras; la rabia selvática se concentra en nuestro país, Argentina, en el nordeste y su agente transmisor es un murciélago hematófago llamado Desmodus rotundus.
La enfermedad en el perro
Se distinguen dos formas, la rabia furiosa y la paralítica o muda, según la sintomatología nerviosa predominante.
- En la forma furiosa, el período de incubación dura de 10 días a 2 meses o más. En la fase inicial o prodrómica, los perros manifiestan un cambio de conducta, se esconden en rincones oscuros o muestran agitación, dan vueltas intranquilos y el animal se sobresalta al menor estímulo.
Después de 2 0 3 días, se acentúan en forma notoria los signos de excitación y agitación. El perro se vuelve peligrosamente agresivo, con tendencia a morder objetos, animales y al hombre, incluso a su propio dueño; muchas veces se muerde a sí mismo, infligiéndose graves heridasLa salivación es abundante (el virus se encentra en la saliva del animal infectado), ya que el animal no traga la saliva, debido a la parálisis de los músculos de la deglución, y hay una alteración del ladrido por la parálisis parcial de las cuerdas vocales, con un aullido ronco y prolongado.Los perros rabiosos tienen propensión a abandonar sus hogares y recorrer largas distancias, atacando objetos, congéneres, otros animales y el hombre.En la fase terminal de la enfermedad, se pueden observar convulsiones, incoordinación muscular y parálisis de los músculos del tronco y extremidades.
- La forma muda se caracteriza por signos paralíticos, en tanto que la fase de excitación es muy corta o a veces, ausente. La parálisis comienza por los músculos de la cabeza y cuello, el animal tiene dificultad en la deglución y, a menudo, el dueño cree que tiene un hueso atragantado e intenta extraerlo exponiéndose a la infección, luego sigue la parálisis general y muerte.
- La enfermedad en el gato: Las más de las veces la enfermedad es del tipo furioso, con sintomatología similar a los perros. Pasa por un período de excitación y luego sobreviene la parálisis del tercio posterior y muerte.
Diagnóstico
La forma actual de diagnosticar la rabia en animales es someter el cerebro a un examen microscópico.
Algunas técnicas de prueba nuevas utilizan muestras de piel o sangre se están estudiando y utilizando en algunos entornos de investigación y se muestran prometedoras como una forma de probar en humanos y animales potencialmente expuestos. No se están utilizando de forma rutinaria en este momento.
Tratamiento
No hay tratamiento. Una vez que la enfermedad se desarrolla en humanos, la muerte es segura. Hay un par de casos reportados de perros que sobrevivieron a la infección, pero son muy raros
Vacunación y Prevención
La vacunación es la mejor manera de prevenir la infección y los animales correctamente vacunados tienen muy pocas posibilidades de contraer la enfermedad.
Si bien la vacunación contra la rabia para perros es obligatoria en todos los países, se estima que un número considerable de perros no están vacunados.
También es obligatorio vacunar a los gatos, lo cual es muy importante porque actualmente hay más casos de rabia felina que de rabia canina. Algunas personas estiman que menos del diez por ciento de la población de gatos está vacunada, lo que lleva a una alta incidencia de rabia en los gatos.
El protocolo de vacunación estándar es vacunar a perros y gatos a los tres o cuatro meses y luego nuevamente al año de edad. Después de la vacuna inicial de 4 meses de edad, se recomienda una vacunación antirrábica anual.
No hay vacunas aprobadas para la mayoría de los animales exóticos, sin embargo, la vacuna canina se usa en algunas especies para ofrecer cierta protección.
Exposición humana
En el caso de una animal que ha agredido a una persona infligiéndole una herida, para hacer el diagnóstico debe ser observado durante 10 (diez) días para asegurarse de que no tenga rabia y se realiza en el Instituto Pasteur (Argentina), o por aislamiento domiciliario estricto y bajo supervisión y control de un profesional inscripto en el Registro Municipal de Profesionales Veterinarios.
En este último caso se utilizarán los “Certificados de Observación” cuyos formularios serán provistos por el Consejo Profesional de Médicos Veterinarios.
Ya sea que el animal haya sido vacunado o no, la comunidad en la que vive dictará los requisitos de la cuarentena.
A las personas que se exponen a un animal rabioso se les puede administrar una serie de cinco inyecciones de inmunoglobulina antirrábica humana posterior a la exposición para protegerlos contra la infección.
Hay una serie de tres inyecciones de la vacuna de células diploides humanas que se puede usar para vacunar a las personas con alto riesgo.
Imagen de Andr Sommerh en Pixabay