Introducción
Si tu mascota tiene la piel y el pelaje escamoso, seco o grasoso, es posible que tenga una afección llamada seborrea. La seborrea en mascotas o humanos, es causada por un “desarrollo” anormal de ciertas células de la piel, incluidas las células de las glándulas sebáceas y las células basales de la piel.
En la seborrea, las glándulas sebáceas (que se encuentran en o cerca de los folículos pilosos, cuya función normal es enriquecer la piel con secreciones oleosas) aumentan la cantidad de sus secreciones.
También se produce un recambio anormal de las células de la piel (queratinocitos) hasta convertirlas en escamas muertas (queratina).
Normalmente, las células de la piel mueren y desaparecen constantemente, se forman nuevas células para reemplazarlas.
Por lo tanto, hay una migración constante de células más profundas que se mueven hacia la superficie, se queratinizan (producen queratina y mueren) y se desprenden.
Esta migración suele tardar 3 semanas. Este ciclo cambia en animales con seborrea. La migración se acelera enormemente y sólo dura unos días.
Por tanto, se produce una acumulación de esta queratina en la superficie de la piel. Esta es la razón por la que la seborrea se denomina comúnmente “trastorno de queratinización”.
Clasificación de las seborreas
La seborrea se puede dividir en dos grupos, según la causa:
- La seborrea primaria puede tener una base genética o ser causada por un trastorno de queratinización
- La seborrea secundaria es el resultado de otros procesos patológicos como alergias, parásitos, trastornos nutricionales y trastornos endocrinos (hormonales) como hipotiroidismo.
Sintomatología
Para determinar el mejor tratamiento, es importante diferenciar si un perro tiene seborrea primaria o secundaria.
Los perros con seborrea secundaria deben ser tratados por su causa, como alergias o deficiencia de zinc.
Esta patología se caracteriza por una piel excesivamente escamosa y se puede dividir en varios tipos según los signos y síntomas. Los dos más comúnmente mencionados son:
- Seborrea seca, que solo muestra descamación seca. Este tipo es común entre el Setter irlandés y Dobermann.
- Seborrea oleosa, en la que las escamas van acompañadas de una capa aceitosa. Este tipo es común en el Cocker spaniel y West Highland White Terrier.
Además de la descamación, los perros con seborrea suelen presentar un olor más fuerte y tienen tendencia a rascarse y lamerse.
Tratamiento
Los tratamientos sintomáticos pueden incluir recortar o afeitar el pelaje, lo que favorece que el champú sea mucho más efectivo, ya que necesitamos que llegue hasta la piel.
Es muy importante el lavado frecuente con champús antiseborreicos indicados según el tipo de seborrea presente (seca u oleosa).
En algunos casos, se pueden utilizar enjuagues o ungüentos especiales para eliminar los folículos pilosos.
A menudo se administran suplementos con ácidos grasos esenciales. Esto puede parecer contradictorio, ya que es posible que el pelaje ya esté “grasoso”, sin embargo, los ácidos grasos son esenciales para el funcionamiento normal de las células de la piel y ayudarán a mejorar la afección, no a exacerbarla.
En casos de seborrea secundaria, se debe diagnosticar la causa subyacente y administrar el tratamiento adecuado según las indicaciones de tu Médico Veterinario.
Imagen de Valeriia Harbuz