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Enfermedades Parasitarias

Aspergilosis

Aspergilosis en Perros y Gatos

Introducción

La aspergilosis es una enfermedad causada por un tipo de hongo llamado Aspergillus. Este hongo se encuentra comúnmente en el ambiente y puede causar infecciones en diversos animales, incluyendo perros y gatos. Si bien no es tan común como otras enfermedades, puede ser grave si no se trata a tiempo.

La aspergilosis es una infestación por hongos que se desarrolla en el hocico y los senos nasales de perros y gatos.

La aspergilosis puede ser difícil de diagnosticar y tratar. La detección y el tratamiento a tiempo son muy importantes para controlar esta enfermedad potencialmente nociva.

Etiología 

Aspergillus es un hongo muy común que se encuentra en todo el medio ambiente. La mayoría de los animales y las personas entrarán en contacto con este hongo en algún momento de sus vidas; sin embargo, la mayoría de los animales no desarrollan infecciones.

La mayoría de los contagios ocurren en animales que tienen un sistema inmunológico comprometido, una infección de los senos nasales previa o en animales que han estado bajo terapia antibiótica prolongada.

Además, los animales que están recibiendo quimioterapia o tienen alguna enfermedad preexistente como diabetes mellitus son más propensos a desarrollar aspergilosis.

Sin embargo, Aspergillus también puede infectar a animales sanos con un sistema inmunológico normal.

El animal inhala las esporas del hongo se instala en las fosas nasales. Hay varias formas de la enfermedad que van desde una infección menor en la superficie de la membrana mucosa hasta una forma fulminante en la que los conductos óseos de los senos nasales se destruyen rápidamente.

En los perros, la enfermedad se limita al área nasal, raras veces se difunde a otras zonas del organismo.

¿Qué caninos tienen más probabilidades de contraer aspergilosis?

Aspergillus es más común en perros que tienen narices de longitud larga a moderada, como los collies y los ovejeros.

Es raro en razas braquiocefálicas (narices cortas) como el Pug o el Bulldog francés. Es más común en perros más jóvenes, presentándose el 80% de los casos en perros menores de 7 años.

Los Ovejeros alemanes parecen ser más susceptibles a esta patología que otras razas.

Los gatos tienen muchas menos probabilidades de desarrollar esta enfermedad.

Sintomatología

Hay tres síntomas que son característicos de la aspergilosis:

  • Una secreción profusa, clara a opaca, de las fosas nasales que puede alternar con episodios de sangrado nasal.
  • Ulceraciones en la parte externa de la nariz.
  • Dolor o malestar en la nariz o la zona facial.
  • Uno, dos o tres de estos síntomas suelen estar presentes en las infecciones por Aspergillus .

Diagnóstico

Hay varias formas de obtener un diagnóstico positivo de aspergilosis.

Los hisopados del área nasal que se examinan bajo el microscopio, al igual que los cultivos de hongos del área.

Sin embargo, muchas veces estos no logran identificar los microorganismos y también podrían ser positivos en un perro cuyos síntomas no se deben al Aspergillus ; es decir, muchos animales  pueden tener Aspergillus en sus fosas nasales.

Por lo tanto, generalmente no se recomienda su uso para detectar aspergilosis.

Las radiografías (rayos X) de los senos paranasales y las áreas nasales a menudo revelan una destrucción de los huesos en los senos paranasales.

El uso de un pequeño broncoscopio flexible para examinar y obtener una biopsia de un área infectada dentro de la cavidad nasal o los senos nasales es otra técnica de diagnóstico eficaz.

También existen varios análisis de sangre, incluidas las pruebas AGID y ELISA, que han dado resultados bastante precisos y son una herramienta de diagnóstico útil.

El diagnóstico generalmente se realiza mediante el uso de varias de estas técnicas. Cuando un perro presenta sangrado y secreción nasal, es importante diferenciar entre un tumor y aspergilosis.

En el caso de un tumor, rara vez vemos ulceraciones en la nariz o dolor nasal, que son marcas registradas de la aspergilosis.

Tratamiento

Existen dos formas de tratamiento, tópico y sistémico. Para el tratamiento sistémico se suelen utilizar fármacos antimicóticos orales como itraconazol o fluconazol.

La tasa de curación con estos productos es, en el mejor de los casos, del 70%.

Un enfoque alternativo son las infusiones periódicas del fármaco antimicótico tópico enilconazol a través de tubos implantados quirúrgicamente.

Se informa que la tasa de éxito de este tratamiento llega al 90%. Este tratamiento puede ser laborioso, complicado y no bien tolerado por el perro.

Un enfoque más nuevo para el tratamiento tópico ha sido anestesiar al perro e infundir el agente antimicótico tópico clotrimazol bajo presión en las cavidades sinusales. Un estudio mostró una tasa de éxito del 94% en perros con este tratamiento único.

La infusión intranasal de clotrimazol puede convertirse pronto en el tratamiento de elección para esta enfermedad.

Independientemente del método de tratamiento, los factores más importantes para tratar con éxito esta enfermedad son el reconocimiento y el tratamiento tempranos.

Prevención

Aspergillus no se transmite entre animales ni humanos; las infecciones provienen del medio ambiente.

Sin embargo, los animales infestados aún deben manipularse con cuidado y los dueños de un animal enfermo que usan lentes de contacto deben ser conscientes de que la aspergilosis puede causar enfermedades oculares graves.

Si alguna vez notas ulceraciones en la nariz de su mascota o una gran cantidad de secreción nasal, debes ir a ver a tu Médico Veterinario examine a tu mascota lo antes posible.

Bibliografía

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