¿Por qué tener un perro?
Casi todos los amigos de los animales que deseen tener en su casa un pajarito, un gato, un perro e incluso algún representante del reino animal menos frecuente, como una serpiente pitón, sienten una convergencia especial, una atracción casi irresistible por el mundo de la naturaleza, pero entre las personas que no experimentan esa satisfacción por el mantenimiento y cuidado de los animales en general, se produce, sin embargo, con frecuencia una simpatía hacia el perro que los mueve a compartir sus alegrías y sinsabores con la especie zoológica de compañía por excelencia, conocida entre los científicos por el nombre de Canis familiaris.
Los perros “de trabajo”, ya pertenezcan a las categorías de guardianes, pastores, cazadores, animales de tiro o a las más especializadas de rastreadores policías, lazarillos o socorristas, pueden ser meros instrumentos animados, dotados de vida propia que, perfectamente entrenados, correspondan a los estímulos innatos o adquiridos con el comportamiento que de ellos se espera.
No obstante, un perro es mucho más que todas las maravillosas funciones que puede realizar en provecho del hombre.
La convivencia estrecha con sus amos, con la familia que los acoge, establece unos lazos muy particulares y especiales hasta límites insospechados, como aquel pastor inglés que recorrió cientos de kilómetros hasta el lugar en que se ubicaba la tumba de su amo y no se movió de allí, sin comer ni beber, hasta que sus fuerzas se extinguieron y pudo reunirse, tal vez, con su dueño en el más allá.
La Adopción
La adopción del perro se produce muchas veces de forma precipitada, sin pensar detenidamente las consecuencias, motivado por la oportunidad del cachorro ese, “tan rico”, que nos ofrece un amigo cuya perra acaba de tener descendencia o por la pena de ver algún perrito abandonado que nos sigue a distancia buscando nuestros favores.
El período veraniego produce también muchas adopciones irresponsables permitidas por los cabezas de familia, que consienten a sus hijos disfrutar del juguete peludo que no molesta en el jardín.
Si estamos decididos a compartir nuestra vida con un perro, sobre todo aquellas familias que nunca hayan disfrutado de esa experiencia, hemos de plantear una reunión en la que estén presentes todos los miembros del grupo humano que viven bajo el mismo techo. La aceptación previa ha de ser unánime, de otra forma es mejor desistir y olvidar el asunto.
Adoptar un perro puede ser una experiencia gratificante y enriquecedora por varias razones. Aquí hay algunas razones comunes por las que las personas deciden adoptar un perro:
- Compañía y amor incondicional: Los perros son conocidos por ser leales y cariñosos compañeros. Pueden brindar una compañía constante y un amor incondicional, lo que puede ser especialmente beneficioso si vives solo o si quieres agregar un miembro afectuoso a tu familia.
- Mejora de la salud y el bienestar: Tener un perro puede tener un impacto positivo en tu salud y bienestar. Los estudios han demostrado que los perros pueden ayudar a reducir el estrés, disminuir la presión arterial y mejorar el estado de ánimo. También pueden motivarte a hacer ejercicio regularmente al sacarlos a pasear, lo que a su vez puede tener beneficios para tu salud física y mental.
- Enseñanzas y responsabilidad: Adoptar un perro implica asumir la responsabilidad de cuidar a otra vida. Esto puede ayudarte a desarrollar habilidades de liderazgo, paciencia y compromiso. También puede enseñarte sobre el cuidado de los animales, la importancia de establecer rutinas y la capacidad de proporcionar un entorno seguro y amoroso para tu mascota.
- Ayuda a perros necesitados: Optar por la adopción en lugar de comprar un perro de un criador o una tienda de mascotas puede marcar una gran diferencia en la vida de un perro necesitado. Hay muchos perros abandonados o en refugios esperando un hogar amoroso. Al adoptar, estás brindando una segunda oportunidad a un perro y le estás dando una vida mejor.
- Reducción del problema de la sobrepoblación de perros: La adopción de perros ayuda a abordar el problema de la sobrepoblación de perros. Al elegir adoptar, estás ayudando a reducir la demanda de criadores y tiendas de mascotas, lo que a su vez puede disminuir el número de perros abandonados o sacrificados.
Factores a tener en cuenta al adoptar una mascota
Supuesta afirmativa esta voluntad expuesta, se deben enumerar cuidadosamente todos los factores contrarios, incomodidades y servidumbres que en nuestro modo de vivir va a suponer la irrupción de un perro:
- Desembolso económico constante, originado por la alimentación, atención veterinaria, vacunas, medicinas, accesorios, etc.
- Molestias y atenciones: Variables en intensidad, de mayor a menor, correspondientemente a la edad de cachorro, joven y adulto.
- Obligaciones de salidas periódicas a la calle y adiestramiento elemental.
- Tendremos que limpiar suciedades y soportar travesuras juveniles con paciencia.
- Aceptación inconvenientes de viajes y vacaciones: las vacaciones en las familias con perro sufrirán, muchas veces, sustanciales modificaciones y hemos de mentalizarnos a viajar con nuestro amigo, no siempre aceptado en hoteles, campings, etc.
Si de todo corazón toda la familia está dispuesta a superar estos inconvenientes, podremos decidir la adopción de un perro, las ventajas… se nos darán por añadidura.