La eclampsia es una enfermedad netamente metabólica que se produce en las hembras en estado de gestación o después del parto. Se la conoce también con el nombre vulgar de “fiebre de la leche”.
En la perra generalmente se manifiesta en razas pequeñas entre una y dos semanas posteriores al parto y en la gata a término de la gestación o entre uno y cinco días de terminada ésta.
Causas
Se debe a una disminución de la concentración del calcio sérico. Es lógico que una camada numerosa representa un esfuerzo grande sobre la capacidad de la madre para suministrar calcio, por intermedio de la leche que administra a sus cachorros para el desarrollo de su esqueleto, teniendo en cuenta, que ella ha estado suministrando este elemento a sus crías durante todo el período de gestación.
Sintomatología
Es una enfermedad que comienza en forma casi espontánea con su sintomatología clínica, la hembra comienza a sentirse inquieta, se agita, tiembla, tambalea, se tumba sobre un lado como si tuviese un espasmo, su agitación va en aumento y la saliva moja parte de su hocico.
Los miembros se tornan rígidos por momentos, el animalito no pierde la conciencia y mira con expresión de ayuda.
A esta altura de los acontecimientos, amos que nunca habían visto una perra en esta situación y desconocen la enfermedad piensan que se ha intoxicado y en un estado desesperante llegan a la consulta del veterinario.
Los espasmos pasan, pero se repiten una y otra vez, con intervalos breves entre cada ataque y si no se aplica un tratamiento correcto, la perrita morirá de agotamiento o fallo cardíaco después de diez o doce horas de comenzados los síntomas.
Qué hacemos con los cachorros?
Una vez tratada la perra, es necesario racionar el suministro de leche a los cachorros y si éstos tienen más de quince días, proceder al destete.
Los cachorros no deben por ningún motivo mamar de la perra afectada durante veinticuatro o cuarenta y ocho horas posteriores al ataque de eclampsia.
Como por un proceso natural el animalito querrá estar con sus cachorros aunque peligre su vida, se tratará por todos los medios que no les dé de mamar, ella estará muy atenta a cualquier descuido de sus amos para encontrarse con sus hijos.
Un lugar que recomendamos para colocar los cachorritos es en el lavarropas (sin agua, desenchufado y puerta entreabierta) y la perrita en el piso. Desde allí ella los escuchará gemir y estará más tranquila que si se la aleja de los mismos.
En ese lapso de tiempo que la lechigada permanece sin su madre deben ser alimentados con un sustituto lácteo, luego se los dejará mamar durante lapsos de tiempo reducidos.
Si los cachorros están lo suficientemente grandes como para ingerir alimentos por si mismos, es conveniente el destete.
Prevención
Para prevenir esta enfermedad hay que tener en cuenta la alimentación de la madre durante la gestación. Son propensas a contraerlas aquellas perras que se alimentan únicamente con carne.
La dieta debe estar compuesta por varios alimentos: carne, leche, queso, verduras, etc. o bien, un alimento balanceado super premium de alta calidad para cachorros que está indicado para hembras gestantes por la suplementación de vitaminas y minerales que contiene.
Hay que tener en cuenta que si se repite la patología los riesgos de muerte aumentan.
Por esta razón es conveniente después de un ataque que no tengan más crías y esto se puede evitar con la esterilización o cuidarla durante el celo.-
Autor: MV Enrique Luján Fernández De Vanna
Fuente Imagen: biodog.es